Una búsqueda se cierra para los familiares de una víctima de la dictadura uruguaya. Los restos óseos hallados el 15 de marzo en el Batallón 14, cercano a Montevideo, pertenecen a Ricardo Blanco, militante del Partido Comunista Revolucionario y dirigente sindical. Según la Comisión para la Paz, que investigó el caso, Blanco fue detenido en la mañana del 15 de enero de 1978 en un almacén del que era propietario, en presencia de dos familiares y tres clientes, y trasladado a unidad militar. Allí fue sometido a torturas, que le provocaron la muerte el 3 de febrero de ese año. Es la segunda víctima identificada en el Batallón 14, lo que abona a la teoría de que fue usado como cementerio clandestino por el régimen.

El integrante de la Secretaría de Seguimiento de los casos de desaparecidos Eduardo Pirotto señaló que la confirmación de la identidad del cuerpo “es el cierre de un nuevo capítulo de esta larga, larguísima trayectoria que han tenido que vivir muchas familias uruguayas; una familia que puede elaborar, transitar y cerrar un capítulo en sus vidas”.

Blanco nació el 27 de diciembre de 1938 en la ciudad de Mercedes, departamento (provincia) de Soriano, en el litoral uruguayo; trabajó en la energética estatal UTE y fue dirigente sindical del gremio de esa empresa y de la central obrera CNT. También estaba vinculado con el Partido Comunista Revolucionario. Tras conocer la noticia, Ana Cecilia Blanco, hija de la víctima, dijo al Canal 10 de televisión tener sentimientos encontrados. “Sentimos que nos sacude tanto, pero a la vez es un alivio para el alma”, dijo Blanco, que aseguró no haber perdido nunca la esperanza “de que en algún momento la verdad iba a salir”.

El cuerpo de su padre fue el cuarto que apareció enterrado en forma clandestina, desde que el anterior gobierno, de Tabaré Vázquez (2005-2010), y el actual, de José Mujica, buscan restos de detenidos desaparecidos durante la dictadura militar (1973-1985). En el Batallón 14 se buscan, además, los restos de María Claudia García Iruretagoyena, nuera del poeta argentino Juan Gelman y madre de Macarena Gelman, asesinada en Montevideo en 1976. El 21 de octubre pasado apareció también en ese predio militar el cuerpo del maestro y periodista Julio Castro, ejecutado en 1977. La identificación de los restos de Blanco reforzó la teoría de que el lugar fue usado como cementerio clandestino por el régimen militar. Así lo ratifica el antropólogo José López Mazz. “Se maneja como hipótesis que el lugar se usaba como un cementerio clandestino que los represores llamaban con humor negro Arlington”, dijo el experto que lidera el equipo de antropólogos y arqueólogos que trabaja en la zona.

En diciembre de 2005 se hallaron en el Batallón 13 y en una chacra privada los restos del profesor Fernando Miranda y del obrero metalúrgico Ubagesner Chávez Sosa, respectivamente.