El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ayer decidió postergar el anuncio del proyecto del “Primer empleo” para los jóvenes, originalmente previsto para el 1º de Mayo, Día del Trabajador. Lula quiere evitar la erosión que causó en su gobierno el proyecto Hambre Cero, que fue aplazado varias semanas y sigue siendo blanco de ácidas críticas por su falta de operatividad. “Cuando vayamos a anunciarlo, lo van a saber. Voy a decidir la fecha”, dijo Lula a la prensa.
Su gobierno todavía no decidió cómo va a financiar los incentivos que ofrecerá a las empresas que contraten a jóvenes brasileños. El Ministerio de Trabajo calculaba que el proyecto beneficiase a unos 200.000 jóvenes hasta fin de año. Si el sueldo de un joven que entra por primera vez al mercado de trabajo fuese el mínimo obligatorio, unos 80 dólares, el gobierno necesitará 13 millones de dólares para financiar el programa “Primer empleo” este año. Según el Ministerio de Trabajo, el proyecto se postergó por la prioridad que el gobierno está dando a las reformas tributarias y del sistema de pensiones. Estos proyectos de ley deberán ser presentados en el Congreso el próximo 30 de abril.
Lula ayer se reunió en Recife, al norte de Brasil para conversar con el presidente venezolano Hugo Chávez. En el encuentro, Lula insistió en que como integrante del Grupo de Amigos de Venezuela, que impulsó para mediar en la crisis, espera que se firme un preacuerdo entre la oposición y el gobierno venezolano. El preacuerdo prevé la convocatoria de un referendo revocatorio del cargo presidencial. “Recibimos con satisfacción el proyecto de acuerdo y esperamos que pueda ser aceptado como base para que los venezolanos encuentren ellos mismos una solución constitucional, pacífica, democrática y electoral para los problemas de su país”, dijo Lula. En una declaración conjunta, Chávez y Lula manifestaron su convencimiento “de que la actual situación venezolana debe ser resuelta en el marco de la Constitución y las leyes vigentes”.