La “marcha negra” de los mineros del carbón del norte de España, convertida en símbolo del recrudecimiento de la lucha contra los recortes del gobierno de Mariano Rajoy, llegó anoche a la madrileña Puerta del Sol y se prepara hoy para recorrer el centro de la capital, donde los sindicatos esperan reunir a 25 mil personas. Los mineros, en huelga indefinida desde hace 45 días, protestan contra la decisión del Ejecutivo del Partido Popular (PP) de recortar en más de un 60 por ciento las ayudas al sector, lo que denuncian que llevará al cierre de las minas en España y supondrá una condena para los pueblos y numerosas familias que dependen de la actividad.

Desde el pasado 22 de junio, unos 200 mineros, integrados en dos columnas que partieron desde Asturias, León y Aragón, recorren a pie la distancia que separa las cuencas mineras del norte del país de Madrid. Primero celebraron un acto en la Ciudad Universitaria y desde allí partieron, en una marcha nocturna, con cascos y linternas, hasta la Puerta del Sol. A la columna de mineros aragoneses se unieron también compañeros procedentes de Castilla, La Mancha y Andalucía. El movimiento 15-M, por su parte, convocó a los ciudadanos a recibir en la emblemática plaza madrileña a los mineros, considerados un ejemplo de lucha, y a acompañarlos hoy hasta el Ministerio de Industria.

La plataforma Democracia Real Ya, una de las promotoras del movimiento, expresó en un comunicado su apoyo incondicional a los mineros ante el ataque y robo del sector, y acusó al Ejecutivo encabezado por Rajoy de estar al servicio del lobby energético del país, que busca beneficios a costa de los ciudadanos. Entre las medidas, los indignados mencionan la decisión del gobierno de promover la extracción de petróleo en las islas Canarias –proyecto en manos de Repsol–, la ampliación de la vida de centrales nucleares viejas como la de Garoña o la compra de carbón alemán, sirviendo a los intereses del mercado de la canciller alemana, Angela Merkel.

Tras más de 400 kilómetros recorridos a pie, durante 19 días de marcha, los mineros se mostraron exhaustos, pero mantuvieron vivas sus esperanzas, ya que se han visto sorprendidos por el apoyo que encontraron durante el camino. “El gobierno de este país está adoptando medidas que afectan a todos los sectores y la gente se siente muy reflejada en nosotros; hemos recibido muchos apoyos desde que salimos de nuestra tierra”, aseguró el minero asturiano José Luis Fernández, vocero del sindicato SOMA-Fitag-UGT.

“Las expectativas de que el Ejecutivo rectifique a último momento son pocas, pero seguiremos en lucha, tenemos compañeros que llevan 45 días encerrados en las minas”, añadió el portavoz gremial, quien destacó la insensibilidad de Rajoy, que se niega a negociar y se limita a imponer sus medidas. “El conflicto lo creó el gobierno, que no quiere cumplir con el plan general de minería aprobado por el anterior Ejecutivo, que finaliza en 2012 y cuenta con el aval de la Unión Europea”, denunció Fernández.