EL MUNDO
Domingo sangriento entre Israel y los palestinos
Después del primer atentado suicida contra una colonia judía en Cisjordania ayer fue frustrado un nuevo ataque en Israel, mientras los palestinos lanzaban un nuevo misil contra una base del ejército.
El primer ministro israelí Ariel Sharon prometió ayer ganar “la guerra” declarada por los palestinos y su gobierno lanzó una advertencia directa a Yasser Arafat tras un atentado fallido en el norte de Israel. “Israel jamás perdió una guerra y ganará también esta que le declararon los palestinos”, dijo Sharon. “Ahora, Israel tendrá que aumentar la potencia de sus operaciones militares frente al terrorismo”, agregó el primer ministro, que reconoció implícitamente que se había dado un paso más en el conflicto esta semana, con la pérdida por el Estado hebreo de siete soldados y un tanque.
Sharon ofreció estas declaraciones poco después del primer atentado suicida contra una colonia judía, perpetrado en la noche del sábado en el asentamiento de Karnei Chomron (Cisjordania), con un balance de dos israelíes muertos, además del autor palestino, y 26 heridos, siete de ellos de gravedad. El ataque fue reivindicado por el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP, izquierda radical laica). Menos de 24 horas después, la policía israelí frustró un probable atentado en el norte de Israel, cerca de Hadera. La policía detuvo a dos palestinos que circulaban en un automóvil sospechoso. Cuando se acercaron del vehículo, uno de los palestinos salió, empezó a disparar y cayó muerto por disparos israelíes.
El segundo palestino arrancó inmediatamente. El vehículo, perseguido por la policía, explotó unos kilómetros más lejos. No se pudo averiguar por el momento si se trataba de un coche bomba o si el palestino fallecido llevaba un cinturón explosivo. Los dos palestinos muertos fueron identificados como Mohammad Hamuda, de 18 años, y Abdel Jabal Kaled, de 22. Un miembro de la familia de Hamuda declaró a la prensa de que el ataque era obra de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, un grupo armado cercano al Fatah, el movimiento de Yasser Arafat.
Inmediatamente después del anuncio del atentado fallido, el portavoz del gobierno israelí Raanan Gissin lanzó una advertencia directa a Arafat. “La Autoridad Palestina tiene que entender que a partir de ahora no habrá impunidad para cualquier persona sorprendida activamente en acciones terroristas”, declaró. Agregó que la medida se aplicará al propio Arafat si se descubren relaciones directas entre el presidente palestino y los kamikazes. “Si encontramos relaciones directas con él entonces tendremos que tomarlo en cuenta”, dijo.
El domingo también estuvo marcado por un ataque palestino con misiles a una base del ejército israelí que generó acciones de represalia aérea israelí en la ciudad de Nablus, en Cisjordania. La aviación atacó con bombarderos F16 y helicópteros cuatro edificios de la ciudad, entre ellos la sede del gobernador y el cuartel general de la policía.