El bonapartismo caribeño del ex teniente coronel Hugo Chávez tambalea. De los arrasadores índices de aprobación del 80 por ciento de que disfrutaba hace tres años, el “huracán Hugo” se ha reducido a la tenue brisa de un 35 por ciento, y eso antes del plan de ajuste económico fondomonetarista lanzado el martes 11, cuando la liberación del bolívar a su suerte y el intento de reducir el déficit público produjeron una devaluación del 18 por ciento y un aumento de precios del 10 en un país que importa todos sus alimentos, donde el desempleo ya es del 12 por ciento y donde el salario mínimo –también cortesía de la devaluación– se redujo de 200 a 160 dólares.