EL MUNDO › LA POLICíA GRIEGA DETUVO EL FIN DE SEMANA A SEIS MIL EXTRANJEROS
La campaña, bautizada con el nombre Operación Zeus Xenios, apunta a limpiar el centro de Atenas de inmigrantes indocumentados. Mil seiscientos serán deportados. El gobierno los culpa del tráfico de droga y otros tipos de delitos.
Mientras que el Ejecutivo griego intenta salir de la crisis a fuerza de privatizaciones de empresas estatales y fusiones de entes gubernamentales, la inmigración volvió a estar en el ojo de la tormenta. La policía griega detuvo el fin de semana a seis mil extranjeros indocumentados, de los cuales 1600 serán deportados.
Como detalló el diario El País, la campaña, bautizada con el nombre Operación Zeus Xenios –Xenios, uno de los epítetos de Zeus, significa “hospitalario”,”amigo del extranjero”–, continuó el operativo emprendido por el gobierno del tecnócrata Lukas Papadimos antes de las elecciones para limpiar el centro de Atenas, ante una asunción forzosa del fenómeno migratorio, pero fundamentalmente como un guiño a determinados partidos del arco parlamentario: el nacionalista Griegos Independientes y, sobre todo, el neofascista Amanecer Dorado, que cuenta con 18 diputados y que defiende la expulsión de todos los indocumentados y el minado de la frontera para evitar su ingreso.
Esta vez, la mayoría de los detenidos durante el fin de semana fueron liberados, pero cerca de 1600 serán deportados. Además, a la región de Tracia, en el límite con Turquía, el gobierno de Atenas destinó recientemente a 1180 policías para frenar una hipotética avalancha de fugitivos de la guerra siria. “El país está desapareciendo. Desde la caída de los dorios, hace cuatro mil años, nunca en su historia Grecia ha experimentado una invasión de estas características. Se trata de una bomba en los fundamentos de la sociedad y del Estado”, manifestó ayer el ministro de Orden Público y Protección Ciudadana, Nikos Dendias, a televisión Skaï.
El diario madrileño El País consignó que el fenómeno migratorio es el expediente peor gestionado de todos los gobiernos griegos, sin excepción. Un informe de Human Rights Watch difundido en julio constató la proliferación de agresiones a extranjeros desde principios de año y las operaciones de limpieza racial ejecutadas en barrios de Atenas por grupos presuntamente vinculados con Amanecer Dorado. Mientras tanto, la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de Europa pidió al Ejecutivo de Atenas una investigación para descartar la connivencia policial con los ataques. En Grecia, un país con 11 millones de habitantes, residen legalmente unos 800 mil extranjeros, mientras que la cifra de indocumentados oscila, según las fuentes, entre 350 mil y 500 mil. Y el 80 por ciento de los extranjeros que entran ilegalmente en la Unión Europea (UE) lo hace a través de este país.
“Hoy es un buen día para la policía griega, en relación con el desarrollo tranquilo de la operación Xenios Zeus y con el éxito en solucionar el espantoso crimen en Paros”, dijo el sábado, en una conferencia de prensa, Nikos Dendias, según el diario local Athens News. El funcionario aseguró que las condiciones de vida de los inmigrantes indocumentados en el centro de Atenas eran vergonzosas, notando que áreas enteras de este lugar se han convertido en tierra de nadie, con abundante tráfico de droga, prostitución, contrabando, robos, lesiones graves, asesinatos y otro tipo de comportamientos delictivos. El funcionario subrayó que incluso el área que rodea la famosa Universidad de Atenas, la Academia de Atenas y la Biblioteca de la Universidad de Atenas, ubicadas en los suburbios de la capital, se ha convertido en un “supermercado” de drogas, mientras que los alrededores de la plaza Omonoia se han convertido en un centro de la anarquía. Según Dendias, el panorama del centro de la ciudad genera miedo y vergüenza para residentes y aversión a los visitantes y turistas y agregó que el gobierno y él, personalmente, no podían cerrar los ojos y no actuar. El ministro aclaró que el objetivo de la operación es restaurar la dignidad humana a los inmigrantes. “No hay un criterio de raza, no nos importa el color, la nacionalidad o la religión de los inmigrantes ilegales. Nuestro único criterio es observar la legalidad con absoluto respeto por los derechos humanos”, afirmó el funcionario. Y, como informó el diario local, anticipó que la operación para devolverle la “legalidad” a Atenas continuará.
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