EL MUNDO
› OPINION
La delgada línea roja
› Por Claudio Uriarte
El ejército venezolano dispone de 35.000 efectivos, cuatro divisiones y 80 batallones; la Armada, 15.000 hombres y apostaderos en todos los ríos fronterizos con Colombia; la Fuerza Aérea tiene 7000 hombres y la militarizada Guardia Nacional, 20.000. De esta relación de fuerzas no surge claramente la posibilidad de un golpe de Estado antichavista, ya que el grueso del ejército y al menos el jefe de la Guardia Nacional siguen siendo leales al presidente, y la Marina y la Fuerza Aérea, de donde surgieron dos de los tres militares sublevados en los últimos 14 días, carecen del poder de fuego y de la implantación territorial necesarios para prevalecer. Pero esto no elimina la posibilidad de choques armados, sino que la intensifica. En realidad, es la extrema polarización cívicomilitar, que por el momento impide un golpe, lo que redobla las chances de un derramamiento de sangre.