EL MUNDO › EN LA CONVENCIóN DE TAMPA LOS REPUBLICANOS BUSCAN DESCONTAR LA VENTAJA DE OBAMA
La oficialización de la nominación se produjo al término de más de tres horas de discursos amenizados con espacios musicales. El huracán Isaac ha obligado a suspender las actividades del lunes. Ann Romney contó su desgracia.
› Por David Usborne y Rupert Cornwell *
Desde Tampa
La tarea de darle un rostro más humano al a veces almidonado Mitt Romney era el centro de la misión mientras la convención republicana demorada por la tormenta finalmente se ponía a trabajar anoche, con la carga más pesada sobre su mujer, Ann Romney, quien habló por primera vez de haber sufrido un aborto espontáneo. Con la mayoría de las encuestas mostrando una ventaja de Barack Obama en el filo de la navaja en el período previo a las elecciones de noviembre, los republicanos tienen ahora sólo tres noches para exhibir a Romney y a su compañero de fórmula, Paul Ryan, en el Tampa Times Forum. Contaban anoche con la señora Romney, así como con el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, para comenzar la convención.
La oficialización de la nominación de Romney se produjo al término de más de tres horas de discursos amenizados con espacios musicales con los que arrancó ayer realmente la convención republicana en Tampa, después de haber tenido que suspender el lunes la mayoría de los actos previstos por la amenaza que representaba Isaac, ahora convertido en huracán. Era igualmente vital para asegurar un despliegue de la unidad del partido. Por lo tanto, los esfuerzos denodados detrás de la escena estaban en marcha para apagar el descontento entre los seguidores del abanderado Ron Paul, quienes estaban enojados porque pocos de ellos habían recibido asientos en el piso de la convención antes del llamado ritual de los delegados para poner a Romney por encima y confirmarlo como el nominado del partido.
Mientras se esperaba que el “huracán Christie”, como algunos quizás insensiblemente llaman al siempre categórico gobernador de Nueva Jersey, diera un apoyo total al candidato y vilipendiara a Obama, el foco estaba compartido con Ann Romney, quien comenzó la ofensiva de seducción más temprano, invitando a los reporteros que viajaban en su avión con masitas caseras. Ambos discursos debían ser emitidos en vivo por todos los principales canales de noticias y de televisión.
Al final del día, Christie les dijo a los delegados que estaría en manos de Romney mismo “dejar que el pueblo estadounidense viera quién es”. Sin embargo, algunos coreógrafos de la campaña se apoyaban claramente en su mujer para ayudarlo, poniendo de relieve su lado más suave como padre de sus cinco hijos y como marido y compañero desde que se conocieron, en el secundario.
Comenzó con una entrevista televisiva de desayuno en CBS, hablando de sus batallas con el cáncer de mama y la esclerosis múltiple, y revelando que había tenido un embarazo sorpresa, cuando pensaba que médicamente no podía concebir hijos, y luego sufrió un aborto espontáneo. Sentado a su lado, Romney dijo que nunca antes había escuchado los detalles de cómo su hijo menor, Craig, había reaccionado ante la pérdida. “Estaba en casa cuando él (Craig) llegó a casa del colegio esa tarde –recordó Ann–. Abrió la puerta y tenía unos 10, 11 años. Se cayó al suelo y simplemente comenzó a llorar.” Agregó que había sufrido varios abortos espontáneos.
Lo que pretendía ser el comienzo de un proceso de ensalzamiento de la figura de Romney, que todavía sigue sin suscitar gran entusiasmo entre parte de su electorado, se vio parcialmente ensombrecido por protestas y abucheos de seguidores del ex rival del ahora candidato Ron Paul, que exigían una mayor voz para movimientos ciudadanos como el ultraconservador Tea Party en este tipo de reuniones. Aunque Paul nunca estuvo ni cerca de ganar la nominación, su campaña trabajó para reunir un número desproporcionado de delegados para la convención nacional. Además de limitar los asientos asignados, los líderes del partido propusieron la semana pasada un cambio de reglas para que resulte más difícil que eso suceda en 2016.
Entre los enojados estaba Sarah Palin, ex nominada vice presidencial. No fue invitada a Tampa, y ella acusó al partido de tratar de socavar las bases del Partido Republicano, a veces conocido como el GOP (Gran Partido). “El controvertido cambio de reglas que se está debatiendo en este mismo momento en la convención RNC es tan desilusionante –dijo–. Es un ataque directo a las bases activistas del establishment del GOP, y debe ser rechazado.”
La convención siguió aún con la yuxtaposición de las imágenes televisivas de políticos golpeándose el pecho con la aproximación de Isaac hacia Nueva Orleáns. Un codirector de la campaña de Romney, John Sununu, el ex gobernador de New Hampshire, puso una nota discordante, quejándose de que los medios de Estados Unidos estaban “obsesionados por la madre naturaleza”, al acusarlos de hablar demasiado de la tormenta.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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