El Vaticano negó ayer que haya “veinte investigados o sospechados” en el juicio por la fuga de documentación secreta del Papa, conocida como Vatileaks, como afirmó el lunes la prensa italiana. La noticia de que “sean 20, o una veintena, los investigados o sospechosos en el proceso sobre la filtración de documentos reservados del Vaticano no tiene fundamento”, dijo ayer el subjefe de la Sala de Prensa, el sacerdote Ciro Benedettini, a la Radio Vaticana. El vocero aludió a “algunos artículos y servicios publicados en estos días en distintos órganos de información” sobre el caso que sacude al Vaticano desde hace meses. La investigación que llevó a juicio al mayordomo papal Paolo Gabriele y al técnico informático Claudio Sciarpelletti se concentra ahora en unas 20 personas en la mira de futuras investigaciones. Pese a que la información se basó en fuentes vaticanas, ayer se conoció la desmentida. Sin embargo, fuentes creíbles y bien informadas confirman que las posiciones en estudio de los detectives del Estado vaticano, objeto de verificaciones en curso aún en el receso veraniego de los jueces, involucran a una veintena de personas, para evaluar si y a título de qué pudieron haber tomado parte de la fuga de las cartas reservadas. No se trata de “investigados” y es prematuro decir si se abrirá o no una etapa de instrucción. Sólo en una mínima parte las personas involucradas coinciden con las que fueron escuchadas en la primera etapa de la instrucción. Más allá de lo confirmado o desmentido oficialmente, el hecho de que el control de las conversaciones telefónicas, el rastreo de correos electrónicos y las verificaciones discretas avancen e involucren a un grupo bien delimitado, indica que los investigadores pretenden llegar al fondo del caso, como pidió el papa Benedicto XVI.