EL MUNDO › UN NUEVO INFORME DICE QUE DUPLICO SU CAPACIDAD DE PRODUCCION
A pesar de las sanciones internacionales en su contra, Irán habría duplicado su capacidad de enriquecimiento de uranio en su base de Fordo, según un informe difundido por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que acusa al país de obstaculizar su trabajo en la de Parchin. Poco después de su difusión, la Casa Blanca advirtió a Irán que las negociaciones diplomáticas tienen un límite. “La puerta para resolver (esta cuestión) sigue estando abierta, pero no permanecerá abierta de forma indefinida”, dijo el vocero del presidente Barack Obama, Jay Carney, en conferencia de prensa. El portavoz recordó que Obama está determinado a impedir que Teherán construya la bomba atómica y que Washington estaría en condiciones de saber si comienza su fabricación.
Según el documento de la AIEA, la República Islámica instaló unas 2000 centrifugadoras en Fordo el 18 agosto, mientras que en mayo disponía de unas mil. Alrededor de 700 de ellas están activas, precisó la AIEA. El aumento es mayor de lo previsto por los diplomáticos en Viena, sede de la agencia de Naciones Unidas (ONU), que preveían unas 350 centrifugadoras más. “Las actividades de enriquecimiento de uranio de Irán, en particular la continua instalación de centrifugadoras en Fordo, son profundamente inquietantes”, dijo un diplomático occidental que prefirió mantener su nombre en reserva. Oculta bajo una montaña, se cree que la instalación de Fordo posee capacidad para albergar unas 3000 centrifugadoras.
El uranio enriquecido se usa para producir electricidad o isótopos médicos, que sirven para diagnosticar algunos cánceres, pero una vez purificado al 90 por ciento puede utilizarse para la fabricación de armas atómicas. Por el momento, Irán ha llegado al 20 por ciento de purificación de uranio. Según los últimos datos de la AIEA, Irán produjo 6876 kilos de uranio enriquecido al 5 por ciento (679 kilos más que las cifras de mayo) y 189,4 kilos de uranio al 20 por ciento (o sea un aumento de 43,8 kilos).
Los países occidentales e Israel sospechan que el país se escuda en un programa nuclear civil para intentar fabricar armas atómicas. Sin embargo, Teherán siempre lo negó.
La República Islámica está sometida a seis resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuatro de ellas acompañadas de sanciones, sobre todo por el enriquecimiento de uranio. Esa actividad le valió además una grave crisis diplomática con las grandes potencias e Israel. En el informe, la Agencia acusa directamente a Irán de obstaculizar sus inspecciones en la base militar de Parchin, donde sospecha que el país lleva a cabo actividades nucleares ilícitas.
“Irán realizó actividades en el lugar que obstaculizarán considerablemente la capacidad de la Agencia para llevar a cabo una verificación eficaz”, denunció la AIEA, dando a entender que la República Islámica hizo desaparecer huellas sospechosas. La agencia nuclear de la ONU sospecha que Irán realizó en esta base unas pruebas de explosión convencional que podrían ser aplicadas en el ámbito nuclear, lo que la República Islámica desmiente.
Por otro lado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentará en las Naciones Unidas la verdad sobre el régimen terrorista iraní cuando hable en la Asamblea General de la ONU a fines de septiembre, anunciaron ayer fuentes israelíes. “En Teherán hoy (por ayer), los representantes de 120 países escucharon una difamación contra el Estado de Israel y se quedaron callados”, señaló Netanyahu en un comunicado. Se refería a las declaraciones del guía supremo de la República Islámica, el ayatola Ali Jamenei, que calificó a Israel como un régimen de lobos sionistas en la apertura de la 16ª cumbre del Movimiento de Países No Alineados.
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