La Sociedad Nacional de Ferrocarriles gala (SNCF, según sus siglas en francés) comenzaba anoche una huelga general de 48 horas que promete paralizar Francia y perjudicar a su vecina España. La medida de fuerza fue convocada por los sindicatos del transporte contra la precarización laboral y se extenderá hasta el viernes, día en el que comienzan las vacaciones escolares de otoño. Por su parte, Air France cumplirá una jornada de protesta contra los 5000 despidos anunciados por la aerolínea. Los coletazos de la crisis económica que atraviesa la Zona Euro continúan haciendo su efecto en el país conducido por François Hollande, gobierno socialista que a cinco meses de asumir el poder debe afrontar un paro importante en el sector del transporte.

Ayer concluyó la huelga convocada por los sindicatos de los servicios de navegación aérea, que provocó importantes retrasos en los vuelos de todos los aeropuertos franceses. En tanto, los cinco sindicatos de la empresa ferroviaria estatal SNCF convocaron a una huelga desde las 19 de ayer hasta el viernes a las 8 en reclamo para que la compañía incorpore a 1600 empleados suplementarios, por considerar como despidos encubiertos la no renovación de los efectivos que terminan sus carreras.

A causa de la obligación de las empresas de asegurar un servicio mínimo (instaurado por el ex presidente Nicolas Sarkozy en 2008), el paro no paralizará el transporte el primer fin de semana de las vacaciones escolares, según anunciaron autoridades de las dos empresas. Por su parte, el primer sindicato de Air France, la CGT, convocó a una huelga para mañana, que podría extenderse durante el fin de semana, contra el plan de reestructuración presentado en enero, por el cual se prevé implementar un ajuste por dos mil millones de euros que implicará la supresión de 5122 puestos de trabajo en los próximos dos años.

Asimismo, el director de esa compañía aérea sostuvo que las perturbaciones en el servicio se limitarán al retraso de los vuelos, pero afirmó que cumplirán con todos los vuelos. En este sentido, la CGT advirtió que podría realizar nuevas manifestaciones en los próximos meses. El pasado 9 de octubre, ese gremio realizó una masiva manifestación que afectó las ciudades más importantes del país en lo que fue la primera movilización sindical contra las políticas de ajuste económico lanzadas por el presidente Hollande.

Por otra parte, en su intento por amortiguar la sangría de despidos masivos en el sector industrial, el gobierno socialista anunció ayer que aportará garantías públicas por siete mil millones de euros para la automotriz PSA Peugeot-Citroën durante los próximos tres años para solventar el blanco que posee la compañía. A cambio, PSA Peugeot-Citroën, que despedirá a 8000 empleados y cerrará una fábrica en 2014, deberá reestructurar su plan de ajuste y se comprometió a no otorgar dividendos a sus accionistas ni permitir la reventa de acciones por tres años.

De igual modo, PSA Peugeot-Citroën presentó ayer su acuerdo con la automotriz norteamericana General Motors para construir cuatro autos en conjunto, en lo que podría ser un primer paso a una eventual alianza. Los anuncios tuvieron lugar un día antes de la reunión entre la empresa automotriz, el ministro de Industria Arnaud Montebourg y los sindicatos para discutir las modificaciones al plan de despidos.

El ministro Montebourg, quien el fin de semana apareció en la portada de una revista para promocionar productos made in France, es criticado con dureza por los empresarios del sector automotor, que representa el 10 por ciento de los empleos en Francia. “Es un imbécil mental, es un loco que todos sufren”, lanzó Jean-Claude Debard, presidente de la automotriz Mitsubishi France, en declaraciones al diario regional La Provence al ser consultado sobre las decisiones y medidas adoptadas por Montebourg.

El paro afectará la circulación de más de una decena de servicios internacionales que enlazan Cataluña con el país galo, Italia y Suiza. Los trenes que verán modificado su recorrido serán el Talgo Lorca-Montpellier, que finalizará su trayecto en Portbou (Girona), y los ‘trenhoteles’ BarcelonaParís (y viceversa), Milán-Barcelona y Zurich-Barcelona. El día de mayor afectación será hoy.