EL MUNDO
› LA CUMBRE DE EVIAN FUE UN MERO CATALOGO DE FRASES
Un G-8 que terminó sin pena ni gloria
› Por Eduardo Febbro
Fondo contra el hambre, eliminación de las subvención a las exportaciones a los países pobres, acceso a los medicamentos en los países en desarrollo, deuda externa, ayudas para el desarrollo, acceso al agua potable, Africa: ninguno de los temas que conciernen a una inmensa franja de la humanidad recibió un tratamiento directo. La cumbre del Grupo de las 8 naciones más desarrolladas del planeta que concluyó ayer en la ciudad francesa de Evian es un catálogo de frases donde no hay ningún compromiso ni aporte concreto.
Pese a que el presidente francés, Jacques Chirac, invitó a la cumbre para un “diálogo ampliado” a 13 dirigentes de países emergentes provenientes de América latina (Lula y Vicente Fox), el Magreb, Asia y Africa, el G-8 no concretó ninguna medida destinada al desarrollo. Más aún, la declaración final de la cumbre ni siquiera menciona el Fondo Mundial contra el Hambre propuesto el domingo por el presidente brasileño Luiz Inácio da Silva. La lista de evidencias sobre la indiferencia del mundo desarrollado con las zonas despojadas del mundo es más que elocuente. Cuando faltan tres meses para la reunión de Cancún donde se entablarán una serie de negociaciones que apuntan a consensuar las negociaciones sobre liberalización comercial, el círculo de las grandes potencias no hizo ni el más mínimo gesto en lo que toca a las subvenciones agrícolas. En Evian, George Bush rechazó una iniciativa europea tendiente a eliminar los subsidios a las exportaciones de las grandes potencias hacia los países de Africa subsahariana, una de las regiones más atrasadas del planeta. En un tono lacónico pero realista, Chirac, cuyo país propuso el principio adoptado luego por la Unión Europea, dijo: “Nuestros amigos norteamericanos no dieron su acuerdo”.