EL MUNDO
› SE SUICIDO JUERGEN MOELLEMANN, DERECHISTA ALEMAN
Un gran salto hacia el vacío
Manejó hasta el aeropuerto de Marl, en el oeste de Alemania, se subió a una avioneta y a los 4000 metros de altura se tiró en paracaídas al vacío. Pero en vez de disfrutar el vuelo, el controvertido ex ministro alemán Juergen Moellemann se desenganchó del paracaídas principal y no abrió el auxiliar. Murió en el acto, 15 minutos después de que el Parlamento alemán le sacara la inmunidad parlamentaria. Estaba acusado de fraude, malversación de fondos y violación de la ley de partidos. Según testigos, fue un suicidio, pero el ex ministro no dejó ninguna carta de despedida. Tenía 57 años, estaba casado y tenía tres hijas. La Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de Brunswick abrió una investigación sobre su muerte.
“Investigamos todas las posibilidades, entre ellas el suicidio”, dijo ayer el fiscal de Recklinghausen, Wolfang Schweer. “Pero no puede haberse sorprendido mucho con la decisión del Parlamento. Seguramente la estaba esperando”, agregó. Moellemann estaba implicado en un escándalo de donaciones no declaradas para su partido y el año pasado había provocado una gran polémica cuando acusó al líder judío alemán Michael Friedman de alimentar el antisemitismo. No contento con esto, unos días antes de las elecciones parlamentarias alemanas emitió una gacetilla donde criticaba a Friedman y al primer ministro israelí Ariel Sharon. Su Partido Liberal (FDP), del que era vicepresidente, perdió estrepitosamente en esas elecciones y en marzo tuvo que renunciar a su puesto porque la dirigencia lo responsabilizaba del fracaso electoral. Un mes antes había dejado su banca en el Congreso.
En los ‘90 fue ministro de Economía y luego vicecanciller de Helmut Kohl. Tuvo que renunciar cuando se descubrió que había usado sus influencias para promover un producto fabricado por un pariente. A pesar de que minutos antes de su muerte el Parlamento había decidido retirarle su inmunidad, los legisladores lo recordaron con un minuto de silencio. Y todas las banderas del distrito gubernamental de Berlín fueron izadas a media asta. “Conocía bien a Moellemann y lo apreciaba como persona, especialmente en esos momentos en los que no lo tenía nada fácil”, dijo el canciller alemán Gerhard Schroeder.