EL MUNDO
› FIDEL CASTRO HABLO POR PRIMERA VEZ TRAS LA MEDIDA DE LA UE
“Pandillas aliadas de Washington”
El líder cubano se refirió a “mafias” que acompañan al “imperio” de EE.UU, luego de que esta semana la Unión Europea decidiera aplicar sanciones políticas contra la isla.
Fidel Castro llamó implícitamente “pandilleros” a los miembros de la Unión Europea. El presidente cubano en una breve alocución arremetió contra una “mafia” aliada del “imperio fascista de Estados Unidos”, en su primera intervención pública tras las “sanciones políticas” aprobadas por la UE esta semana. La decisión de revisar la “posición común” europea fue tomada en reacción a que en abril decenas de opositores fueron encarcelados y tres secuestradores de una lancha, fusilados en la isla. A esto se suma que más de 500 personalidades del mundo de la cultura –entre ellos los argentinos Tomás Eloy Martínez y Marcos Aguinis y el brasileño Caetano Veloso– firmaron una carta abierta contra “la represión en Cuba” que fue publicada ayer en el madrileño diario El País en la que exigen la “inmediata liberación” de los 78 disidentes detenidos.
Castro habló ante 7000 manifestantes reunidos en una escuela de una popular barriada del municipio habanero Diez de Octubre, donde se celebró una Tribuna Abierta que tuvo como oradores a representantes de diversos sectores de la sociedad cubana. “Debemos estar todos muy tranquilos, calmados, porque a los imperialistas yankis se les ha añadido una pandillita, una mafia conocida por allá, aliados del imperialismo fascista o sirviendo bochornosamente al gobierno nazi-fascista de EE.UU.”, subrayó el líder cubano. Pero en ningún momento aclaró a quienes se refería con esas definiciones. El gobernante cubano utilizó un tono informal en su intervención y recomendó a los cubanos que disfrutaran de su tiempo libre durante el fin de semana porque, según advirtió, “nuevas y grandes batallas nos esperan”. Añadió que “estos días habrá que hablar mucho y habrá que desenmascarar a muchos”.
La presidencia griega de turno de la UE informó el jueves sobre las nuevas medidas, que incluyen, además de la revisión de la posición común sobre la isla, limitar las visitas gubernamentales de alto nivel, reducir la participación de los Estados miembros en las manifestaciones culturales e invitar a disidentes a las ceremonias organizadas con ocasión de las fiestas nacionales en las embajadas. El canciller cubano Felipe Pérez Roque enseguida atribuyó el anuncio de “sanciones políticas” de la UE a la incapacidad europea para mantener una política propia sobre la isla y consideró que Cuba es “víctima” de un “arreglo” entre Estados Unidos y los Quince. El distanciamiento de la UE se produjo en los últimos meses, a raíz de las condenas de hasta 28 años impuestas a 75 disidentes por “conspirar” con Estados Unidos y atentar contra la independencia del Estado y tras la ejecución, el 11 de abril, de tres secuestradores de una lancha de pasajeros tras un juicio sumarísimo. Las diferencias entre ambas partes se agravaron cuando los países miembros de la Unión apoyaron una declaración contra la isla en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra.
En respuesta, Cuba anunció que estudiaba “seriamente” retirar su solicitud de entrada en el Acuerdo de Cotonú, un ventajoso convenio comercial entre la UE y los países de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), y materializó su retirada hace unas semanas. Desde 1996, las relaciones del bloque europeo con Cuba se han basado en la denominada “posición común europea”, que establece como objetivos del diálogo con la isla la promoción de los derechos humanos y la adopción de reformas democráticas, lo que La Habana considera una imposición de condiciones. La UE es el segundo inversor más importante para la economía cubana y no se ha referido en su declaración a sanciones económicas contra la isla.
“Aprovechando la conmoción internacional generada por la guerra de Irak, el gobierno de Fidel Castro ha desatado la más violenta represión política de los últimos diez años en Cuba”, afirmaron los intelectuales y artistas que firmaron la carta, entre los que destacan Günter Grass, Mario Vargas Llosa, Pedro Almodóvar, Emma Bonino, Alfredo Bryce Echenique, Jorge Castañeda, Penélope Cruz y Jorge Edwards. Exigieron la “inmediata liberación” de los 78 opositores detenidos en marzo, afirmando que los mismos “desean la soberanía y la democracia de su país”.