EL MUNDO › FIRMAN UN PACTO BIPARTIDISTA QUE CONTIENE LAS BASES DEL PROYECTO QUE APUNTA A LEGALIZAR INDOCUMENTADOS
Los senadores demócratas y republicanos plantearon crear un camino para que inmigrantes ilegales obtengan la ciudadanía, reforzar el control de la frontera y luchar contra la violación del plazo del visado.
Un día antes del viaje del presidente, Barack Obama, a Las Vegas, donde tiene previsto impulsar, una vez más, la reforma migratoria, un grupo bipartidista de senadores presentó ayer un acuerdo marco sobre el tema. Entre los principios planteados por los demócratas y los republicanos se encuentra la creación de un camino para que los once millones de inmigrantes ilegales obtengan la ciudadanía, que a su vez depende de que la frontera sea segura y que se luche contra la violación del plazo del visado. Obama celebró la propuesta al igual que algunos sectores políticos y las organizaciones sociales proinmigración.
El acuerdo marco para una reforma migratoria integral fue planteado por los senadores demócratas Chuck Schumer, Dick Durbin, Michael Bennet y Robert Menéndez, junto con los republicanos John McCain, Lindsey Graham, Marco Rubio y Jeff Flake. El marco de principios de los senadores se basa en cuatro pilares legislativos. El primero de ellos es crear un camino “duro pero justo a la ciudadanía” para los inmigrantes ilegales que viven en los Estados Unidos, lo cual está supeditado a asegurar las fronteras y rastrear si los inmigrantes legales abandonaron el país cuando debían. El segundo punto plantea reformar el sistema migratorio para reconocer mejor la importancia de las características que ayudarán a construir la economía norteamericana y a fortalecer a las familias de ese país.
Otro de los puntos resalta la necesidad de crear un efectivo sistema de verificación laboral que prevenga el robo de identidad y finalice con la contratación de futuros trabajadores no autorizados. Y finalmente, el último principio busca establecer una mejora para la admisión de futuros trabajadores que cubran la necesidad de personal que tiene la nación mientras, simultáneamente, se protege a todos los trabajadores. Esta declaración intenta multar a los indocumentados, tomarles las huellas digitales y no permitirles la regularización si han cometido algún delito grave. Además promueve aprendan inglés y demuestren que han trabajado. Trascurrido un plazo, podrían obtener una tarjeta de residencia permanente, conocida como green card, que generalmente permite acceder a la nacionalidad al cabo de cinco años. Quienes hayan llegado al país siendo menores de edad, así como los trabajadores agrícolas, podrían seguir una tramitación simplificada. En sintonía con el objetivo de atraer a los mejores estudiantes del mundo, la iniciativa detalla que los estudiantes extranjeros que aprueben un master o un doctorado en matemáticas, ingeniería, ciencias o tecnología en una universidad de Estados Unidos recibirían automáticamente la green card.
La relevancia de estos principios reside en que han sido perfilados con la ayuda de influyentes republicanos como McCain y Graham, además del senador de origen cubano Rubio, una de las estrellas nacientes del partido conservador y cuyo nombre suena insistentemente como futuro candidato presidencial. En su comparecencia ante los medios, desde el Capitolio, los autores de los puntos dijeron ayer no engañarse acerca de lo “difícil” que va a ser el camino para lograr convencer a sus colegas de ambas cámaras, aunque se mostraron “optimistas” de cara a sus posibilidades de éxito. Especialmente porque, tal como revelan las encuestas, la mayoría de los estadounidenses considera ahora que la reforma migratoria es necesaria y no ya sólo una mayor seguridad fronteriza. Eso, unido al creciente peso electoral de los hispanos, está acabando con las resistencias de republicanos y, también, de algunos demócratas hasta ahora contrarios a cualquier debate sobre el tema. “Esperamos que en marzo estos principios se conviertan en una propuesta de ley para su aprobación en el Senado, como tarde a finales de la primavera o en el verano”, dijo Schumer. El legislador, además, calificó el acuerdo marco como un “gigantesco paso adelante”. También tomó la palabra la oposición. “El Partido Republicano está perdiendo el apoyo de los hispanos y nos damos cuenta de que ésta es una cuestión preeminente para ellos”, reconoció McCain. El senador señaló que Estados Unidos no puede seguir siendo una nación con once millones de personas viviendo en las sombras. “Tenemos la obligación y la necesidad de afrontar esta realidad”, corroboró Rubio.
Según los senadores, Obama fue informado en la víspera de los principios acordados y los respaldó. En tanto, el portavoz del mandatario, Jay Carney, consideró ayer a la propuesta como un importante primer paso y prometió el trabajo del mandatario con el Congreso en esta materia, sin mencionar si Obama apoyaría la medida de este grupo o presionará por una propia. En sintonía, el líder del Senado, Harry Reid, anunció su intención de impulsar lo antes posible la aprobación de una propuesta de ley migratoria. Sin embargo, en una muestra de la dificultad del camino legislativo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, no se pronunció.
Los grupos proinmigración saludaron de inmediato la iniciativa. “El anuncio (de ayer) es una bienvenida corrección de rumbo frente al estancamiento partidista de los últimos años en materia migratoria”, manifestó el director de America’s Voice, Frank Sharry. La reforma migratoria fue una de las promesas de campaña del reelecto presidente norteamericano a la comunidad hispana, cuyo masivo voto por el demócrata fue clave para que lograra su segundo mandato.
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