La familia real española quedó expuesta ayer a un papelón judicial. Uno de sus integrantes se negó a hacer frente a una fianza en una investigación por corrupción y, por lo tanto, puede sufrir un embargo. El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, y su ex socio Diego Torres se negaron a abonar los 8,18 millones de euros impuestos por el juez que los investiga por apropiación de fondos públicos. De este modo, sus bienes podrán ser embargados, informaron fuentes judiciales. De hacerse efectivo el embargo, la Justicia española someterá a la familia real a una humillación sin precedentes. El plazo para saldar la fianza venció en la madrugada del miércoles sin que el pago se haya hecho efectivo.

Ahora, el magistrado del “caso Nóos”, José Castro, pedirá a Urdangarin y Torres una lista de los bienes susceptibles de ser embargados, incluidos fondos o acciones a su nombre y, de no recibir respuesta, pedirá la actuación de la Agencia Tributaria. Desde noviembre de 2011, la Justicia de Palma de Mallorca investiga a Urdangarin y Torres por haber desviado a paraísos fiscales millones de euro en fondos públicos –equivalentes a la fianza– de los gobiernos balear y valenciano.

Los fondos habían sido adjudicados entre 2004 y 2007 al Instituto Nóos –entidad sin fines de lucro– para la organización de cinco eventos (Illes Balears Forum y Valencia Summit). Los contratos fueron otorgados por ambos gobiernos regionales, en manos del derechista Partido Popular (PP), sin concurso ni licitación. El duque de Palma cuenta con bienes inmuebles suficientemente valiosos como para garantizar la fianza, como es el Palacete de Pedralbes, cuya propiedad comparte con la infanta Cristina, la hija menor del monarca.

La casa, situada en el barrio más exclusivo de Barcelona, está valuada en 5,8 millones de euros y fue adquirida en 2004 por medio de un crédito de La Caixa de casi el 100 por ciento. Urdangarin tiene otra casa en Terrassa, cerca de Barcelona, terrenos en el País Vasco y es titular de varios fondos de inversión, así como de acciones de Telefónica, empresa de la que fue consejero. Por su parte, Torres también posee una lujosa casa en Sant Cugat, Barcelona, y varios inmuebles en Palma de Mallorca.