EL MUNDO
› DIERON DE BAJA A DOS GENERALES EN VENEZUELA
Rebeldes con causa sin cargo
El presidente de Petróleos de Venezuela y otro militar fueron dados de baja. Ambos tienen diferencias con Hugo Chávez. El coronel Soto, primero en rebelarse, se declaró en desobediencia.
En medio de una ola de rumores que vaticinan nuevos pronunciamientos militares contra Hugo Chávez, el ministerio de Defensa confirmó ayer que fueron dados de baja los generales de brigada Ovidio Poggioli, que se desempeñaba en el Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía, y Guaicaipuro Lameda, presidente general de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) hasta principios de mes. Este cargo pasó a estar ocupado por el economista Gastón Parra, contra quien ayer mismo los empleados administrativos de la compañía realizaron un cacerolazo. Ambos generales habrían sido desplazados por diferencias con Chávez. A la vez, el primero de los uniformados rebeldes, el coronel de la Aviación Pedro Soto, se declaró en desobediencia ante la decisión del Consejo de Investigación de pasarlo a retiro. Los principales diarios del país difundieron una encuesta que revela que un 53 por ciento de los venezolanos apoya la salida de Chávez de la presidencia, aunque ante un eventual llamado a elecciones sería Chávez quien lograría el mayor porcentaje de votos.
El comunicado oficial informa que las bajas procedieron de la solicitud de los propios oficiales. Según publicó el diario El Universal, hubo un capítulo previo. Anteayer se había convocado a todos los medios a una rueda de prensa donde “importantes fichas militares” criticarían al presidente. De inmediato, los organismos de inteligencia militar hicieron una lista de quince altos oficiales que podrían convertirse en los próximos rebeldes. Tal hipótesis aceleró los desplazamientos de Poggioli y Lameda. La conferencia mediática, sin embargo, jamás se realizó. Pero, de hecho, sólo su anuncio sirvió para agitar todos los fantasmas del gobierno y puso en la mira al Ejército, fuerza mayoritariamente chavista y de donde, hasta el momento, no ha surgido ninguna voz disonante. Se barajaron los nombres de dos generales activos que actualmente ocupan puestos diplomáticos, un general que trabajó muy cerca de Chávez y ahora está al frente de una unidad operativa y de dos comandantes de guarnición. A la vez, se sospecha de un almirante que asistió al reciente Foro de Cooperación entre Africa, América latina y el Caribe y, por último, de un general de Aviación que trabajó junto al ex presidente Rafael Caldera.
Por otro lado, se hizo público un documento suscrito por el general de brigada Néstor González que señala la creciente politización de la Fuerza Armada Nacional (FAN). González ya fue separado de su cargo en el comando de las Escuelas del Ejército y está a la orden de su fuerza o, como explica el diario caraqueño, “está en su casa, recibiendo sueldo sin trabajar”. Entretanto, el coronel Soto retó al propio Hugo Chávez al rechazar su destitución: “En cualquier parte donde esté, que venga el presidente a quitarme el uniforme o que mande al guerrillero José Vicente Rangel”, señaló Soto. Y agregó: “No voy a aceptar la decisión de ese consejo de investigación que hizo el ministro de Defensa, ese pseudocomunista que tenemos instalado en Venezuela. No me adaptaré a esa decisión porque no es legal, está viciada y vino desde el comienzo entubada por el presidente Chávez. Me declaro en desobediencia”. Al enrarecido ambiente local se sumó la explosión del vehículo de la directora de la Escuela de Odontología, de la Universidad Central de Venezuela.
Al interior del oficialismo, también continúan las diferencias. Ayer, en la Asamblea Nacional, mientras era interpelado el gabinete económico del gobierno a propósito de las medidas económicas –anunciadas el 12 de febrero– tildadas de “neoliberales”, se produjo un momento de tensión entre la fracción “moderada” del Movimiento Quinta República (MVR) que cuestionaba la política fiscal a implementarse y los diputados del MVR que apoyan el plan de ajuste: fue cuando se impidió la intervención del legislador José Farías. Tras una intensa discusión, Farías pudo iniciar su discurso, en el que criticó a los diputados del llamado “oficialismo duro” y recordó que el pedido de renuncia del gabinete económico fue hecho por diez diputados y no por cinco, como había trascendido. Ayer se conoció una encuesta de la firma “Consultores 21” que advierte que la popularidad de Chávez bajó del 47 al 38 por ciento entre noviembre de 2001 y febrero de 2002. Chávez obtendría hoy el 25 por ciento de los votos frente al 14 por ciento de su inmediato seguidor, el gobernador democristiano del estado de Miranda, Enrique Mendoza. Sin embargo, un 53 por ciento de los venezolanos apoya la salida de Chávez. Según los analistas locales, tal paradoja muestra la dispersión de la oposición.
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