Boston se convirtió ayer en una ciudad fantasma en la que la gente apenas se asomaba a la calle y con la mayoría de los negocios cerrados, mientras miles de policías buscaban en un suburbio a un sospechoso del atentado, finalmente detenido anoche.

“Quédense en sus casas y no abran la puerta a nadie, salvo a un policía adecuadamente identificado”, declaró el gobernador Deval Patrick, en una orden respetada mayormente por la población de la principal ciudad de Massachusetts.

La policía de Boston abatió ayer a uno de los sospechosos del atentado en el maratón de la ciudad y detuvo al otro, “armado y peligroso”, tras un gigantesco operativo con ribetes cinematográficos que tenía en vilo a Estados Unidos. Toda la población de Boston y sus suburbios, es decir cerca de un millón de personas, recibieron la orden de permanecer en sus casas. Más de nueve mil policías, muchos con protección y armamento de combate, recorrían las calles de Watertown, en el surburbio oeste de Boston, donde tuvo lugar buena parte del operativo para capturar a los supuestos responsables del atentado que dejó tres muertos y más de 180 heridos el lunes, en el maratón.

Los individuos son dos hermanos de origen checheno y fueron identificados como Tamerlan Tsarnaev, de 26 años, quien murió en el enfrentamiento con la policía, y Dzhojar Tsarnaev, de 19, arrestado en su casa de Watertown. “Un sospechoso muerto. Otro prófugo”, dicho el jefe de la policía local, Ed Davis, al anunciar el resultado de la operación lanzada el jueves por la noche en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, cerca de Boston, y que continuó en la madrugada de ayer en Watertown, e incluyó una persecución en auto, explosiones y tiroteos.

Un policía murió y otro resultó herido en el operativo. La policía se refirió al sospechoso detenido como “un terrorista que ha venido a matar gente”, y se temía que estuviera en posesión de explosivos. En cuanto al sospechoso fallecido, señalaron que murió en un hospital de la zona al que fue trasladado por las fuerzas de seguridad tras haber recibido varios disparos y resultar herido por una explosión, según el jefe de la policía de Boston.

El FBI había difundido el jueves por la tarde fotos y videos de esos dos hombres tras analizar miles de imágenes registradas en la zona donde se produjo el doble atentado. Los individuos habían sido denominados simplemente como “Sospechoso Uno” y “Sospechoso Dos”. Uno aparecía en las imágenes con una gorra blanca y el otro con una negra, y ambos llevaban mochilas. Según el FBI, el sospechoso de gorra blanca dejó su mochila en el lugar de la segunda explosión algunos minutos antes del estallido cerca de la línea de la llegada del maratón. Tras la publicación de las fotos, las autoridades intensificaron los controles en la frontera con Canadá. Y el clamor por ver las imágenes fue tan grande que, minutos después de que el FBI las subiera a su página web, ésta colapsó.

El FBI halló en un techo de un hotel en la zona del atentado trozos de una olla a presión. También se encontraron en la escena del crimen fragmentos de una mochila de color oscuro en la que habrían ocultado las bombas caseras.

El padre de los dos sospechosos, Anzor Tsarnaev, negó cualquier vinculación entre sus hijos y el atentado de Boston. “Me enteré de lo ocurrido por televisión. Mi opinión es que los servicios secretos se las han jurado a mis hijos porque son creyentes musulmanes”, dijo desde la ciudad rusa de Majachkala, en conversación telefónica con la agencia rusa Interfax. Y agregó: “El pequeño se ha escapado. Estudiaba en el segundo curso en la Facultad de Medicina en Estados Unidos. Le esperábamos para las vacaciones. Ahora no sé lo que pasará. Insisto: los servicios secretos les han tendido una trampa a mis hijos”, agregó.

Tras horas de búsqueda del segundo sospechoso del atentado, la policía centró sus investigaciones en un vehículo y se dirigió con las armas en alto a Watertown. El vehículo en el que posiblemente se habría desplazado el sospechoso era un Honda gris que fue registrado de inmediato por especialistas.

El diario Boston Globe afirma que ambos residieron varios años en Estados Unidos tras emigrar procedentes de Chechenia, en Rusia. Antiguos compañeros de clase de los sospechosos afirmaron que estaban integrados en Estados Unidos, negaron que dieran señales de tendencias violentas y aseguraron que eran deportistas aficionados a la lucha y al boxeo. Al parecer lograron una beca para estudiar en la universidad en 2011.

Mientras tanto, la policía mantiene rodeada una casa en Watertown en donde se escondía el segundo sospechoso, que tras dos horas de tensión, finalmente se entregó.

Antes, la búsqueda puerta a puerta había paralizado a la ciudad de Boston. El gobernador del estado de Massachusetts, Deval Patrick, en una breve declaración en Watertown, anunciaba una “operación masiva” para detener al sospechoso. El área metropolitana de la ciudad, que abarca Waltham, Newton, Belmont, Allston, Brighton y la ciudad universitaria de Cambridge, con más de 100 mil habitantes, quedaba bajo alerta. La Universidad de Harvard, la Universidad de Boston, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Emerson College cancelaron sus clases, así como todas las escuelas e institutos.

Todo el transporte público se había suspendido hasta la detención del segundo sospechoso. La Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó cerrar el espacio aéreo en un radio de 11 kilómetros sobre la zona noroeste de Boston para facilitar las operaciones de búsqueda.

Una hora antes de la detención de Dzhojar Tsarnaev, el jefe de la policía estatal de Massachusetts, Timothy Alben, anunciaba que el asalto a la casa del prófugo era inminente. “No detuvimos a nuestro sospechoso esta tarde. Pero lo haremos”, avisó Mientras tanto, en el Capitolio, el influyente senador republicano Charles Grassley señaló que las lecciones sobre lo ocurrido en Boston deberán ser tenidas en cuenta a la hora de debatir una nueva ley migratoria. “Dados los eventos ocurridos esta semana, es importante que entendamos los baches y agujeros en nuestro sistema migratorio”, señaló el senador durante una audiencia pública para discutir el proyecto de ley migratoria. “¿Cómo puede ser que individuos evadan a nuestras autoridades con semejantes planes de ataque en territorio estadounidense?”