ESPAÑA (I)

Mala señal de Cartes

El presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, aseguró ayer en Madrid (foto, junto al rey Juan Carlos) que si Venezuela asume la presidencia del Mercosur, se dificultaría el regreso de su país al bloque regional. “Paraguay no tiene problemas con Venezuela, pero nuestra voluntad política tiene un límite, que es el Estado de derecho, y si la presidencia la ocupa Venezuela, no sería posible la reincorporación de Paraguay por una cuestión de dignidad”, aseguró el mandatario electo en la Casa de América de Madrid, citado por medios españoles. Cartes reivindicó para su país la presidencia temporal del bloque, que “le corresponde como miembro fundador”. Paraguay fue suspendido del Mercosur –y también de la Unasur y la Celac– en junio del año pasado, en protesta por la destitución del entonces presidente Fernando Lugo luego de un juicio político expres en el Congreso. Con el país suspendido, se dispuso el ingreso de Venezuela en el Mercosur como miembro pleno que, además, deberá asumir la presidencia pro témpore del bloque regional, que ejerce actualmente Uruguay y que rota por orden alfabético.

España (II)

Los viajes de Aznar

La red Gürtel facturó cientos de viajes a la presidencia del gobierno de España en el mandato de José María Aznar. El avance de la investigación de la megacausa de corrupción ligada al Partido Popular, destapada en 2009 y por la que están imputadas unas setenta personas, entre ellas el ex tesorero de la fuerza derechista Luis Bárcenas, sigue aportando datos comprometedores para sus máximos responsables políticos. Según documentos inéditos que publicó ayer El País, la red Gürtel, liderada por el empresario Francisco Correa, quien se encuentra en prisión, mantuvo una estrecha relación como proveedor de la presidencia del gobierno español entre 1996 y 2004 sin participar de licitaciones, salvo en alguna ocasión. A través de la empresa Pasadena Viajes, la trama facturó cientos de viajes a La Moncloa, todos ellos inferiores a 12.000 euros, con lo que supuestamente no era necesaria la convocatoria a concurso pública para la realización del gasto, dice el periódico.