El gobierno de Paraguay dijo que no piensa solicitar ayuda de otros países para luchar contra el grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Además, sostuvo que el ataque del sábado, que dejó cinco muertos en la zona de San Pedro (centro) fue una demostración de fuerza frente a un Ejecutivo con voluntad de no dejarse afectar por organizaciones al margen de la ley. “Nosotros tenemos condiciones para resolver nuestros problemas”, expresó el vicepresidente Juan Afara, ante las versiones que sugerían que Paraguay podía pedir ayuda a Estados Unidos y Colombia, con los que firmó acuerdos de cooperación en materia de seguridad.

La policía desplegó efectivos en la zona de Tacuatí, para tratar de evitar nuevos ataques y proceder a la detención de los atacantes del fin de semana, dijo el comisario Antonio Gamarra, director de la Segunda Zona Policial, que incluye los departamentos de Amambay, Concepción y Alto Paraguay, zona donde opera el grupo guerrillero.

“El ataque es una demostración de fuerza ante la voluntad firme del gobierno de no dejarse afectar por las organizaciones criminales”, señaló el ministro del Interior, Francisco de Vargas. Y sostuvo que la mayor de las estrategias a partir de este momento era no develar las medidas específicas a ser implementadas. “A partir de ahora, el sigilo y la prudencia serán la premisa para lograr el éxito en las operaciones tácticas y así también a nivel estratégico”, agregó.

El EPP apareció en la década del ’80 y desde entonces ha realizado secuestros, ataques a haciendas y comisarías, además de asesinar a una veintena de civiles y una decena de policías. Su última aparición, el sábado, causó conmoción en la opinión pública, especialmente por el asesinato a sangre fría de cinco guardias de una hacienda. Estos ataques se produjeron apenas dos días después de la asunción del presidente Horacio Cartes, quien en su discurso inaugural expresó que ningún grupo armado le señalaría la hoja de ruta. Se cree que estos inusualmente violentos ataques constituyen una respuesta a dichas palabras.