El rey Juan Carlos de España transfirió 1,2 millón de euros en 2004 desde su cuenta personal a la de su segunda hija, la infanta Cristina, como un préstamo para que pudiera comprar un palacete en Barcelona, donde vive con su marido, Iñaki Urdangarin, investigado en un caso de supuesta corrupción. La información guarda relación con un documento de la Agencia Tributaria española incorporado a un sumario judicial conocido como “caso Nóos” y en el que se investiga el presunto desvío de seis millones de euros de dinero público a una fundación con ese nombre y sin fines de lucro, presidida a mediados de la década pasada por Urdangarin.

El juez de Palma (islas Baleares) José Castro es quien pidió datos a Hacienda sobre las cuentas y operaciones financieras del rey. En concreto, entre esos datos figura que el monarca hizo en 2004 dos transferencias de 600.000 euros cada una desde su cuenta personal a la de su segunda hija. Las transferencias, según la Casa del Rey, se hicieron desde la cuenta personal de Juan Carlos I en Madrid. “Fue un préstamo sin intereses que el rey hizo a su hija para comprar la casa. A su hija”, remarcan. El préstamo –añaden las mismas fuentes– se hizo con escritura pública y ante notario.

La Zarzuela (residencia de los reyes) ha recibido para el ejercicio 2013 una asignación de los Presupuestos Generales del Estado de 7,9 millones de euros. De ellos, 292.752 euros son para el monarca –un sueldo de 140.519 y otros 152.233 euros por gastos de representación–. La suma que prestó a su hija equivale a su sueldo de cuatro años. En nueve años, la infanta Cristina sólo le ha devuelto 150.000 euros. “A ese ritmo, tardaría 72 años en saldar la deuda”, destaca el diario El País de España.

Los dos movimientos bancarios respondían al préstamo que fue consignado mediante escritura notarial y reseñado debidamente en la declaración de patrimonio que la infanta Cristina hizo en el ejercicio fiscal correspondiente. Para adquirir la vivienda de Barcelona, la hija del rey y Urdangarin pidieron también un préstamo hipotecario de seis millones de euros (unos ocho millones de dólares). Los duques de Palma residen actualmente en esta finca, que han puesto a la venta.

También el padre de Urdangarin dio dinero a su hijo antes de la compra de la vivienda. En la cuenta conjunta de los duques de Palma figuran dos ingresos en su nombre por 91.083 euros (8 de julio de 2004) y 60.000 euros (14 de octubre de 2004). Cuando adquirieron la mansión, Urdangarin declaraba unos ingresos de 3000 euros brutos al mes. La infanta recibía ese año unos 90.000 euros de La Caixa y otros 72.000 de asignación de la Casa del Rey. Cada trimestre, la hipoteca les costaba 52.000 euros. Habían vendido por 2,2 millones de euros su residencia anterior.

La escritura pública de compraventa de la casa se formalizó ante notario el 15 de octubre de 2004. El análisis de la cuenta conjunta de los duques de Palma elaborado por los inspectores de Hacienda señala que sólo dos meses después de invertir 5.800.000 euros –de ellos 1,2 prestados por el rey– en la compra del palacete de Pedralbes, los duques de Palma prestaron a Diego Torres, socio de Urdangarin, y su mujer 400.000 euros para que éstos pudieran comprar su vivienda habitual. El 27 de julio de 2005, el matrimonio devolvió a los duques de Palma el préstamo con dos cheques por importes de 340.000 y 60.000 euros.