La pesadilla del déficit

George W. Bush cuando asumió recibió un superávit fiscal de 577.000 millones de dólares de su predecesor, Bill Clinton. Según trascendió esta semana, se espera que el déficit ascienda a 455.000 millones, una cifra récord en la historia de Estados Unidos. La culpa recae en los masivos recortes de impuestos para ricos y corporaciones junto a la recesión económica, que evitan que aumente la recaudación de impuestos.

The New York Times
Habiendo hecho lo imposible por devolver el ingreso del dinero al Tesoro, la administración Bush ofreció una canilla abierta para el explosivo déficit de este año. De escuchar las charlas casuales de los asistentes de la Casa Blanca sobre el déficit, uno pensaría que se trata de chirolas, pero en realidad ha crecido en un 50 por ciento en sólo cinco meses, a 455.000 millones, y sigue subiendo. Este aumento histórico no muestra señales de detenerse, por lo menos mientras siga la manía del presidente de bajar los impuestos. La Casa Blanca insiste firmemente en que el creciente dineral por costos y deudas a través de los años endosados a los contribuyentes de mañana, es “manejable”. En realidad, lo que sí era manejable era el excedente de 127.000 millones de dólares que la inexperta administración disfrutó hace sólo dos años. (Editorial)

The Washington Post
La guerra, los recortes de impuestos y una golpeada economía han impulsado el déficit presupuestario de este año a 455.000 millones de dólares.La proyección del déficit es casi 55.000 millones de dólares más de lo que habían anticipado los economistas la semana pasada, y subraya el continuo deterioro de la fortuna del gobierno desde 2000, cuando el Tesoro tenía un excedente de 236.000 millones de dólares. Esto representa un reverso fiscal que excede los 680.000 millones de dólares. El pronóstico para 2003 fácilmente supera el déficit record de 290.000 millones de dólares en 1992, cuando se ajustó a la inflación. El rojo ahora excede el total presupuesto militar.(Jonathan Weisman)

Znet
Un espectro obsesiona a Estados Unidos y a Europa, el de la deflación. Alteró los mercados financieros, influyó en las declaraciones de la Reserva Federal y preocupó a un montón de personas porque Estados Unidos pudiera dirigirse hacia un prolongado período de estancamiento. El ejemplo más temido es el de Japón, que está atascado en un pantano de lento crecimiento desde que su burbuja de bolsa de valores y propiedades estalló en 1989. El peligro real ocurre cuando la deflación persiste, cuando el problema de la caída de la demanda y el peso del aumento de las deudas se hacen acumulativamente peores. (Mark Weisbrot)


La pesadilla de las armas

El debate político sobre los datos de Inteligencia respecto de Irak se intensificó esta semana. El director de la CIA, George Tenet, aceptó su responsabilidad en el uso de la información errónea sobre el presunto intento de Saddam de comprar uranio a Níger. Pero según Tenet, un alto funcionario –se presume el vicepresidente Dick Cheney– lo presionó para que saliera esa información que fue refutada por la CIA.

The Washington Post
Mientras crece la crisis en Washington y Londres sobre la evidencia de las armas de destrucción masiva de Irak, sería útil tener el testimonio de un experto en el tema, el consejero científico de Saddam Hussein, Amir Saadi. .Sospecho que el silencio de Saadi es evidencia de que el Pentágono y la Casa Blanca han llegado a la conclusión de que cualquier testimonio suyo hecho público dañaría su posición. Después de todo, la Casa Blanca está tan desesperada por proteger al presidente Bush sobre las armas de destrucción masiva que está preparada a sacrificar al director de la CIA, George Tenet. Si el testimonio de Tenet ayudara el presidente, seguramente lo habríamos sabido..(David Ignatius)


Boston Globe
Los republicanos y los demócratas están de acuerdo en un punto sobre el enojoso debate sobre los justificativos dados para ir a la guerra contra Irak. El verdadero problema para Bush no es su frase de 16 palabras sobre los intentos iraquíes de comprar uranio a Níger. El problema fundamental es el telón de fondo sobre el cual ocurre el debate. Los soldados mueren en Irak casi todos los días, casi tres meses después que Bush declarara que el mayor combate había terminado, y el número de muertos por fuego hostil ahora iguala el número de muertos de la primera Guerra del Golfo. Las tropas se quejan amargamente sobre sus condiciones y no saben cuándo podrán regresar a sus hogares. (Anne E. Kornblut)

The Guardian
Es difícil exagerar la significación de la falla en encontrar las armas de destrucción masiva en Irak y la resultante creencia de que el Parlamento y la opinión pública fueron engañados sobre el tema superlativo de la paz y la guerra. Provocó un profundo daño en la confianza que el premier Tony Blair tenía antes. Y ha empeorado con su rechazo a admitir que, aunque no a sabiendas, tuvo que haber engañado a la nación. Incluso Donald Rumsfeld y el Pentágono han aceptado que algo fue mal y que las armas no representaban una amenaza mayor de la que han sido por años. También la falla en encontrar las armas es crucial en la credibilidad de la doctrina preventiva de EE.UU. (Malcolm Rifkind)


La pesadilla del suicidio

El viernes se halló el cadáver del científico David Kelly, cuya extraña muerte movilizó a la opinión pública mundial. Dos días antes de su desaparición (el martes) Kelly había comparecido ante el comité de Relaciones Exteriores y reconocido que había provisto de información a la televisora BBC, aunque él no se creía la fuente principal que señalaba la “exageración” del informe del gobierno británico sobre las armas de Irak.

The Times
Sus ministros aceptan que Blair se ha estado comportando extrañamente torpe en las últimas semanas con lo que incluso algunos de sus aliados ven como una pelea innecesaria con la BBC sobre el dossier de Irak. El primer ministro ha tenido los seis meses más duros. Sabía que los preparativos para la guerra iban a ser difíciles. Pero no pensó en lo duras que las cosas serían luego. Un analista me dijo “jamás vi a ningún político que necesitara tanto unas vacaciones”. El jueves, mientras Blair ensayaba su discurso ante el parlamento norteamericano, David Kelly empezaba su última caminata. Parece que para los primeros ministros británicos las peores crisis domésticas suceden cuando están en el exterior. (David Cracknell)

The Observer
La muerte de Kelly ha echado luz sobre las peleas por el poder que han ocupado a Downing Street, la BBC y el parlamento en las últimas semanas. Hay una apabullante falta de proporción. La raíz de la polémica fue, después de todo, una parte de un informe de un periodista. El gobierno grita que ha sido difamado por las acusaciones de distorsionar evidencia. La BBC se enfurece por los que cuestionan su profesionalismo. El comité de Asuntos Exteriores exhibe este caso ante las cámaras en un intento vanaglorioso para llamar a Blair a declarar. Esta postura de macho defiende el interés público. Tal vez sea así, pero la forma en que los jugadores de este espectáculo se han comportado ha sido fea y violenta. (Editorial)

The Daily Telegraph
En una tranquila tarde de verano, David Kelly se sentó en un bosque de Oxfordshire para cortarse las venas de su muñeca izquierda y morir desangrado. Al hacerlo, lanzó al gobierno británico en una crisis contra la que Tony Blair tendrá que luchar con todas sus fuerzas. La muerte de Kelly podría ser, de hecho, la sentencia de Blair. “¿Sus manos están manchadas con sangre en este asunto?”, le gritó un cronista británico a Blair en Tokio. “¿Va a renunciar?” Blair lo ignoró, pero las fotos contaron la historia. Estaba ojeroso y muy lejos del hombre seguro de sí mismo que recibió 19 ovaciones de pie ante el Parlamento norteamericano.(Bruce Wilson)