Un día después de que George W. Bush ordenara el despliegue de buques de guerra frente a las costas de Liberia en previsión de un desembarco, la ofensiva rebelde contra el centro de Monrovia (foto), capital de la pequeña república de Africa Occidental, proseguía ayer con intensos combates, añadiendo más muertos civiles a los de días anteriores, mientras que el presidente Charles Taylor se comprometía de nuevo a abandonar el poder tan pronto como se despliegue una fuerza de paz en el país. Varios obuses de mortero cayeron por la noche sobre el centro de Monrovia y el barrio de Mamba Point, donde se encuentra la embajada de EE.UU. Anteayer, un obús de mortero alcanzó de lleno un céntrico templo protestante, situado a sólo unos cientos de metros de ese frente, donde se habían refugiado unas 3.000 personas. Al menos seis de ellas murieron y 13 resultaron heridas gravemente. La Comunidad Económica de Estados de Africa del Oeste (Cedeao), que decidió desplegar 3.000 hombres en Liberia, anunció que enviará urgentemente dos batallones nigerianos (1.300 hombres). La fecha de esta avanzadilla se decidirá el lunes durante una reunión en Ghana.