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La hora de la chirinada
Un grupo de militares filipinos que ocupó hoy domingo un centro comercial de Manila acusó al gobierno de la presidenta Gloria Arroyo, de vender armas a los grupos rebeldes, de organizar actos terroristas y querer declarar la ley marcial. Los militares se identificaron como “el grupo Magdalo”, el mismo nombre utilizado por una banda de revolucionarios filipinos que luchó contra los colonizadores españoles durante el siglo XIX. Arroyo dijo ayer que su gobierno había descubierto una conspiración fomentada por oficiales subalternos y que había ordenado que se buscaran a unos 70 oficiales y soldados. Los insurgentes hicieron sus acusaciones en un comunicado grabado en video que difundió la cadena de televisión ABS-CBN. En el texto, los sublevados acusan al gobierno de vender municiones y armas al grupo separatista musulmán Frente Moro Islámico de Liberación (MILF), lo responsabilizan de varios atentados cometidos en Davao (sur) en marzo y abril, que causaron docenas de muertos, y aseguran que Arroyo planeaba declarar la ley marcial en agosto utilizando como pretexto una serie de atentados en la capital para continuar en el poder una vez que expire su mandato a fines de 2004.