De acuerdo con un informe secreto de la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), espías de ese país vigilaron hace diez años a diplomáticos de Rusia, Irán e Irak en sus embajadas y en sus residencias. El documento fue revelado ayer por el diario Folha de Sao Paulo, del que el gobierno dijo no poder acreditar su autenticidad porque el diario no le envió copia. El informe detalla al menos diez operaciones realizadas por espías brasileños entre 2003 y 2004 y en las que se reportan tareas de vigilancia a diplomáticos de países con los que Brasil estrechó relaciones en los últimos años.

Según documentos a los que Folha de Sao Paulo tuvo acceso, agentes de la ABIN siguieron y fotografiaron a diplomáticos rusos involucrados en negociaciones con equipos militares, vigilaron a diplomáticos iraníes para intentar identificar sus posibles contactos en Brasil y fotografiaron actividades de los iraquíes en la embajada y en sus residencias. La presidencia brasileña dijo que los datos refieren a operaciones de contrainteligencia realizadas por la ABIN hace casi una década y alegó no poder determinar la autenticidad de un informe al que no tuvo acceso.

“Las operaciones obedecieron a la legislación brasileña de protección de los intereses nacionales. Como Folha de Sao Paulo prefirió no enviar copia de los documentos obtenidos, no podemos validar su autenticidad”, señaló la nota divulgada por el Gabinete de Seguridad Institucional de la presidencia. El comunicado advierte que la filtración de informes clasificados como secretos constituye un crimen y que el gobierno, sin violar las garantías constitucionales a la libertad de prensa, adoptará medidas para procesar a los responsables por la entrega de los documentos.