Desde Barcelona

Los socialistas se reunirán el próximo fin de semana en Madrid en un encuentro que vaticinan histórico para la segunda fuerza política española. El Partido Socialista (PSOE) someterá a debate en una gran conferencia su proyecto “para la próxima década”, un conjunto de ideas en las que el partido lleva trabajando nueve meses. Además de los 750 miembros de la agrupación y los 250 representantes de colectivos sociales que asistirán a la cita, el cónclave cuenta con el apoyo del ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y de otras trece personalidades relacionadas con la izquierda que, en una carta abierta dirigida al PSOE, se ofrecieron para “participar activamente” en el objetivo de “derrotar a la derecha”.

Bajo el lema “¡Conectamos!”, el histórico partido pretende marcarse un nuevo rumbo y volver a acercar su mensaje a una ciudadanía que, desde la debacle electoral de 2011, se mantiene muy escéptica a las propuestas socialistas. “La última derrota exige reconocimientos y rectificaciones”, afirma Ramón Jáuregui, coordinador de la conferencia. “Además, el mundo ha cambiado; la izquierda necesita revisar sus parámetros y los problemas de la sociedad española tampoco son los que configuraron los proyectos socialdemócratas en los últimos 35 años. Todo esto obliga al PSOE a liderar un proceso reformista en España, algo parecido a lo que propuso Felipe González en 1982”, añade el diputado.

La idea que persiguen los socialistas desde hace meses es la de modificar la Constitución para convertir en derecho fundamental la sanidad pública, crear un “fondo de garantía del Estado de bie-nestar”, extender y facilitar el voto de inmigrantes en elecciones municipales y consagrar específicamente en la Carta Magna la igualdad entre hombres y mujeres y “un concepto de familia amplio”. Sin embargo, el PSOE dejará afuera este fin de semana uno de los puntos centrales sobre los que pivota su propuesta reformista: el nuevo modelo territorial federalista que propone como vía alternativa tanto de la independencia catalana como de la continuidad del Estado centralizado vigente. En un momento de máxima tensión entre el gobierno de Madrid y el de Cataluña, el PSOE prefirió no incluir su plan federal en la conferencia política. “El modelo territorial está cerrado y bien cerrado”, zanjó el secretario de Organización, Oscar López.

Además de la reforma constitucional, el cónclave pondrá sobre la mesa el giro a la política fiscal y económica que los socialistas quieren llevar adelante. El PSOE defiende la creación de un nuevo impuesto sobre la riqueza y crear dos tasas especiales para los bancos, una sobre los pasivos y otra sobre los bonus de los directivos. En el apartado económico y de mercado laboral, la ponencia propone, por ejemplo, que se pueda compatibilizar durante un tiempo el trabajo por cuenta ajena y el cobro del subsidio de desempleo y plantea un “pacto de rentas” entre patronal y sindicatos para reducir beneficios si se reducen salarios.

Por otra parte, en medio de los escándalos de corrupción que sacuden la política española, uno de los puntos clave a tratar en el encuentro es el de la regeneración democrática. En ese sentido, la ponencia recoge propuestas como las listas electorales semiabiertas, el endurecimiento de las incompatibilidades de cargos públicos y la prohibición de las donaciones privadas a partidos políticos. También se hablará de la idéntica presencia de hombres y mujeres en puestos de mando y de una mayor apertura del Parlamento que facilite, por ejemplo, la presentación de iniciativas legislativas populares.

El ex juez Garzón y otras trece personalidades relacionadas con la izquierda firmaron una carta de apoyo a la conferencia política del próximo fin de semana porque entienden que puede ser “un debate planteado como un espacio abierto a la realidad social, a las personas y sus inquietudes, para protagonizar la construcción de un proyecto político que sea capaz de impulsar desde la izquierda una respuesta en España y en Europa”. Entre los firmantes de la carta, además de Garzón, se encuentran el rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo; el ex secretario de Comunicación de Izquierda Unida José Francisco Mendi o el ex consejero de Radio Televisión Española (RTVE) Héctor Maravall. En la misiva, los firmantes critican al actual gobierno del PP por “proteger los intereses de los poderosos”, recordando la necesidad de actuar “de manera urgente para revertir la destrucción de los derechos a través de los recortes en educación, sanidad o servicios sociales”.