EL MUNDO
› LOS ESTADOS DE EE.UU. CON DEFICIT EN AUMENTO
La economía, una real amenaza
El Senado californiano aprueba un plan que impone el recorte de casi 13.000 millones de dólares pero no aumenta los impuestos, mientras el déficit comienza a dañar la recuperación económica de los estados y los demócratas deciden enfrentar la política de impuestos que hasta ahora acataban sin discutir. Por otro lado, los candidatos presidenciales demócratas están siguiendo la riesgosa estrategia de instalar los aumentos de impuestos como partes clave de sus agendas económicas, esperando convertir a los crecientes déficit federales y la administración de la economía de Bush en los temas más importantes de sus campañas 2004.
El ex gobernador de Vermont, Howard Dean, uno de los líderes en la carrera por la nominación presidencial demócrata, dijo –según publicó el diario Washington Post– que “la mayoría de los estadounidenses estarían encantados de pagar los mismos impuestos que pagaban bajo el presidente Bill Clinton, si pudieran volver a la economía de Clinton”. El nuevo ataque a los impuestos es un cambio radical de los últimos años, cuando los demócratas contraatacaban las propuestas de amplios recortes impositivos republicanos con modestos planes propios de reducción de impuestos. Ahora los candidatos demócratas creen que pueden encuadrar el debate en un contexto más amplio sobre la economía de Bush y su administración fiscal, y que pueden convencer a los votantes de que algunos aumentos impositivos son necesarios para revertir el creciente déficit del gobierno y así alentar el crecimiento de empleos.
Según el diario The New York Times, durante los dos últimos años, en Estados Unidos los estados recortaron gradualmente entre 20.000 millones y 40.000 millones de dólares (nadie sabe con seguridad cuánto) de sus gastos. Miles de millones más en reducciones se producirán en el siguiente año fiscal que comenzó el 1º de julio. Sólo en California, un presupuesto tentativo exigirá que el estado reduzca unos 8000 millones de dólares del gasto actual, donde los recortes se harán sentir más duramente en la educación y la asistencia a los pobres. Hace tres años, los estados eran una ganancia para la economía. Mientras el sector privado comenzaba a decaer, el gasto estatal seguía fuerte y también eran fuertes los ingresos, a pesar de los recortes en impuestos en varios estados. Hoy sucede lo opuesto.
Recién se comienzan a sentir los recortes en los estados, el impacto es más fuerte sobre los más pobres. Esto se ve claramente en California, que ha recortado sus gastos en 12.000 millones en los dos últimos años, el mayor recorte de todos los estados. La ley presupuestaria fue aprobada este domingo por 27 votos contra 10, con sólo cinco republicanos que apoyaban el plan. La propuesta de casi 100.000 millones de dólares pasa ahora a la Asamblea y se espera que la trate en la semana. El presupuesto propuesto protege en general los fondos para educación. También se espera que se mantengan los programas de salud pública y servicios de asistencia humanitaria.