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› COMO ES LA VALLA DE SEGURIDAD CON QUE ISRAEL BUSCA PROTEGERSE DE LOS ATENTADOS
Lo lamento, amigo, pero el muro no se negocia
Es el muro de la discordia, La semana pasada, los palestinos y su propio Departamento de Estado habían convencido a George W. Bush de que instara a Israel a cesar la construcción de la valla de seguridad de Cisjordania. Pero Israel, que no confía en la tregua, se negó.
George W. Bush no pudo convencer a Ariel Sharon para que dejara de construir el muro electrificado que separa a Cisjordania de Israel. Lo vamos a seguir construyendo “para defender a nuestros ciudadanos del terrorismo”, dijo el premier israelí en la conferencia de prensa que dio después de reunirse con Bush en la Casa Blanca. Sharon explicó que su país se ha visto forzado a construir la valla por razones de seguridad. Pero aseguró que en la construcción del muro, que ya tiene 145 kilómetros de largo, se tratará de “minimizar cualquier daño en la vida de los palestinos”. Después de reunirse la semana pasada con el primer ministro palestino Mahmud Abbas, Bush había dicho que el muro era “un problema” y se comprometió a interceder ante Sharon para que éste reconsiderase su posición. Pero poco fue lo que pudo hacer ante la tajante negativa del israelí. Y el general Moshe Yaalon, jefe del ejército israelí, predijo que la ola de atentados palestinos podría reanudarse en cualquier momento. Mientras, el presidente palestino Yasser Arafat dijo que la valla es un “crimen contra la humanidad”.
Pese a las protestas de varios países, los israelíes ya han terminado la primera etapa de la valla, que mide 145 kilómetros y empieza en Salem y serpentea hacia la ciudad palestina de Tulkarem. Están convencidos de que con ella podrán evitar entre el 80 y el 90 por ciento de los atentados. Pero la valla, que aísla a 13 pueblos y separa a los campesinos palestinos de sus campos, también es rechazada por la derecha israelí. Porque con la separación de Cisjordania termina el sueño del “Gran Israel”, que incluye los territorios palestinos. Irónicamente, en el pasado Sharon tampoco había estado de acuerdo con la valla. Este plan se concretó hacia mediados de los ‘90, durante la ola de atentados suicidas contra Israel. Como la mayoría de los terroristas eran de la Franja de Gaza, el gobierno de Yitzhak Rabin mandó levantar una valla electrificada alrededor de ese territorio. Tuvo éxito: desde hace 33 meses, cuando comenzó la Intifada, el levantamiento popular palestino, la filtración de extremistas desde Gaza se redujo. Algunos sectores del muro rodean partes de Jerusalén, pero el principal objetivo es que casi toda Cisjordania quede separada de Israel. Los palestinos sólo podrán viajar a Israel y Jordania a través de pasos vigilados. En algunos tramos de la valla hay fosas profundas para impedir que los terroristas traten de cruzarla en auto y los cruces más importantes están protegidos de posibles francotiradores por planchas de hormigón. Para construir la valla, los israelíes han confiscado miles de hectáreas de tierras en las zonas palestinas.
Pese a la negativa de Sharon, Bush dijo que “seguiremos dialogando sobre la valla”. Reconoció que es “un tema sensible”, pero que espera que, a largo plazo, se convierta en una cuestión “irrelevante”. También pidió al israelí “nuevos pasos” para mejorar la vida diaria de los palestinos. Estados Unidos se muestra especialmente optimista porque no ha habido atentados importantes contra Israel. Pero Sharon dijo que tiene dudas sobre la tregua de tres meses que las facciones armadas palestinas firmaron a fines de junio. Recordó que ya pasó un mes desde que empezó la tregua y se preguntó si hay alguna garantía de que ésta se prolongue. Según él, un nuevo atentado arruinaría otra vez las expectativas de paz porque los palestinos “no han hecho nada para desmantelar a los grupos armados”. Yaalon, hablando en Israel, coincidió en su escepticismo sobre la tregua, que estaría siendo usada por las organizaciones armadas para reagruparse.
Mientras Bush se reunía con Sharon, el alto representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea (UE), Javier Solana, lo hacía con el premier palestino Mahmud Abbas, al que felicitó por su contribución “constructiva” en la Hoja de Ruta. Solana y Abbas se encontraron en Cannes, en el sudeste de Francia. Allí, Abbas reiteró que espera que Israel interrumpa la construcción del muro de Cisjordania y congele los asentamientos israelíes. También exigió la retirada israelí de los territorios ocupados desde septiembre de 2000, la liberación de los presospolíticos palestinos y libertad de movimiento para Yasser Arafat, que se encuentra cercado desde hace más de un año por las tropas israelíes. Solana aprovechó el encuentro para reafirmar el apoyo de la UE a las reformas del gobierno palestino y tratar posibles medidas para fortalecer las fuerzas de seguridad palestinas. Según él, el objetivo de la UE es hacer “todo lo posible” para que se aplique la Hoja de Ruta.