Hassaan al Lakis, líder de Hezbolá, fue asesinado ayer frente a su casa en la ciudad de Beirut. Al Lakis fue tiroteado en un estacionamiento ubicado frente al complejo habitacional donde vivía en la capital libanesa y falleció pocas horas después, informó el sitio de noticias Lebanon Now, que agregó que el tirador logró escapar. La radio Voz del Líbano, por su parte, señaló que desconocidos tendieron una emboscada a Al Lakis, quien recibió cinco disparos, cuatro balas en la cabeza y una en el cuello. El portero del edificio donde residía el líder de Hezbolá dijo que no escuchó disparos, sino el sonido de cristales que se rompían. Salió a ver qué pasaba y encontró al comandante gravemente herido. Hezbolá sostuvo que el gobierno de Israel quiso matar en otras oportunidades a Al Lakis, pero el gobierno israelí rechazó estas versiones. “Israel no tiene nada que ver con ese incidente”, dijo el funcionario de ese país Yigal Palmor a la emisora de noticias i24news en Tel Aviv. Al Lakis fue enterrado de inmediato en su ciudad natal, Baalbek, en el Valle de Bekaa, donde miles de seguidores de Hezbolá se reunieron a despedirlo en medio de una fuerte lluvia (foto). Grupos sunnitas vinculados con los rebeldes sirios se habían atribuido en los últimos meses varios ataques contra Hezbolá en represalia por el apoyo que la milicia brinda al gobierno de Bashar al Assad en el prolongado conflicto en Siria.