El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó ayer una intervención militar africana y francesa para intentar proteger a la población civil de la República Centroafricana. El Consejo aprobó por unanimidad una resolución que autoriza el envío de una fuerza africana (Misca) apoyada por tropas francesas para proteger a la población y ayudar a restaurar la seguridad en ese país, donde en los últimos meses se registraron enfrentamientos entre milicias. El embajador francés, Gérard Araud, cuyo país cuenta ya con un contingente de más de 250 soldados en el país africano, declaró tras la votación que la intervención podría comenzar muy pronto, en cuestión de horas o días, y que tendrá un efecto rápido.

“El objetivo inicial de Misca es restaurar la ley y el orden en Bangui, y después asegurar las principales ciudades del país”, añadió el embajador de Francia, país que este mes preside el Consejo de Seguridad. Araud explicó que inicialmente se prevé el envío de una fuerza africana de unos cuatro mil soldados, apoyados por unos mil militares franceses, cifras que podrían aumentar en función de la evolución de la situación. Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, celebró la decisión del Consejo de Seguridad, un paso importante, dijo, que envía un mensaje claro de respuesta de la comunidad internacional a la grave situación en el país africano. Ban, quien se mostró alarmado por el continuo deterioro de la seguridad, pidió implementar la resolución lo antes posible para acabar con el sufrimiento de la población civil y la violencia, y llamó a las partes a ejercer moderación y evitar venganzas.

La autorización llega después de que, tras meses de inestabilidad creciente, los ataques de unas milicias en la capital del país africano, Bangui, causaron en la madrugada de ayer al menos 50 muertos y unos 100 heridos, y obligaron a centenares de personas a abandonar sus viviendas y buscar refugio.