EL MUNDO › EL ACUERDO NUCLEAR FIRMADO ENTRE TEHERáN Y LAS POTENCIAS SE APLICARá A PARTIR DEL 20 DE ENERO
En una semana comienza a implementarse el pacto que limita el programa nuclear iraní. Exige al país persa que suspenda el enriquecimiento de uranio por encima del 5 por ciento; a cambio se suavizarán las sanciones económicas.
El acuerdo nuclear firmado en noviembre entre Irán y las seis potencias (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) comenzará a implementarse el 20 de enero. A partir de esa fecha, las partes contarán con medio año para acordar un texto definitivo que ponga fin a una década de crisis nuclear. El anuncio fue hecho por la Cancillería iraní, y desde la Casa Blanca ya prometieron un “alivio modesto” de las sanciones contra Teherán. De acuerdo con lo negociado, el país persa debe suspender el enriquecimiento de uranio por encima del 5 por ciento y, a cambio, Occidente suaviza la dureza del castigo económico. La Casa Blanca cifra en 6 mil millones de dólares las sanciones que se suspenderán.
Marsieh Afcham, vocero de la Cancillería iraní, fue quien anunció la fecha de la implementación del trato y dijo que el responsable de negociar en Ginebra, Abbas Araghchi, dará en las próximas horas una conferencia de prensa para dar los detalles sobre el lanzamiento del acuerdo, informó la agencia Mehr. Por su parte, la representante de la Unión Europa para asuntos internacionales, Catherine Ashton, confirmó la noticia y adelantó que le pedirá a la agencia nuclear de Naciones Unidas que organice todas las actividades de monitoreo y verificación nuclear necesarias.
Las dos diferencias que bloqueaban la implementación del acuerdo nuclear eran el pedido de Teherán de continuar enriqueciendo uranio para fines científicos de investigación y desarrollo, y la disputa surgida por la instalación de nuevas centrifugadoras en la planta iraní de Natanz después de firmado el acuerdo en noviembre pasado. En ambos casos, la nación persa pidió separar los temores de los países occidentales más Israel sobre un supuesto programa nuclear clandestino del derecho soberano de la República Islámica de desarrollar energía nuclear con fines científicos y civiles. Mientras el mundo se mantiene expectante para conocer los detalles de cómo será finalmente implementado el histórico acuerdo entre Irán y las potencias mundiales, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no dudó en ser el primero en celebrar públicamente lo que dio en llamar un importante paso dado este fin de semana.
“En los próximos seis meses, Estados Unidos y nuestros aliados del grupo 5+1 (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) comenzaremos a implementar un alivio modesto (de las sanciones), siempre que Irán cumpla sus obligaciones y mientras buscamos una solución integral al programa nuclear iraní”, explicó Obama. A través de un comunicado, el mandatario destacó que el acuerdo supone la primera vez en una década en que la República Islámica de Irán acuerda tomar acciones específicas que detengan el progreso sobre su programa nuclear y den marcha atrás a partes clave del mismo.
Sin embargo, Obama aclaró que no se hace ilusiones sobre lo difícil que será lograr este objetivo. En repetidas ocasiones, el presidente estadounidense prometió que si, llegado el caso, Teherán incumpliera con sus obligaciones establecidas en el acuerdo nuclear, su gobierno volverá a ejecutar todas las sanciones que pesan sobre la débil economía iraní. Sin embargo, las promesas de Obama no lograron convencer a su aliado Israel, ni a sus propios legisladores en el Capitolio, que desde hace semanas buscan votos para aprobar una ley que permita establecer un aumento del castigo a Irán en caso de que los compromisos no prosperen.
La aprobación de una amenaza explícita contra Teherán provocó la reacción inmediata del poder en la República Islámica. El líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que no seguirán negociando si sus contrapartes aumentan las sanciones. Por eso, Obama intentó apelar ayer una vez más a sus correligionarios en el Senado para pedirles que no impulsen el proyecto de ley. “Imponer más sanciones ahora sólo nos haría arriesgarnos a que descarrilen nuestros esfuerzos para resolver este asunto de forma pacífica, y vetaré cualquier legislación que apruebe nuevas sanciones durante la negociación”, adelantó el mandatario, que en 2013 perdió la mayoría de sus pulseadas con el Congreso.
Son varias las potencias que acusan a Teherán de tratar de desarrollar armas atómicas, lo que llevó a imponer graves sanciones internacionales a la República Islámica, que rechaza esta acusación y reclama su derecho a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos.
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