EL MUNDO › EL PAPA FRANCISCO RENOVó TODA LA COMISIóN DE VIGILANCIA DEL BANCO DEL VATICANO
El cardenal Bertone, que tuvo influencia decisiva durante los dos papados anteriores, había pedido quedarse en el puesto. El Papa prefirió que no quedara ninguna relación con la administración anterior, sospechada de corrupción.
› Por Elena Llorente
Desde Roma
El papa Francisco sigue haciendo cambios en el Vaticano. Ayer renovó casi enteramente la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del IOR o banco vaticano, ente financiero que ha estado en el centro de numerosos escándalos financieros en las últimas décadas. De la comisión fue excluido el que fuera número dos del Vaticano durante el papado de Benedicto XVI, el ex secretario de Estado cardenal Tarcisio Bertone, a su vez criticado por algunos sectores de la Iglesia por su posición respecto de los asuntos financieros de la Santa Sede, y que al parecer habría tenido algunos malentendidos con el propio Francisco.
También salió de esa comisión el cardenal brasileño Odilo Scherer, obispo de San Paolo, uno de los principales contrincantes del cardenal Bergoglio en el cónclave que eligió al sucesor de Benedicto XVI en marzo pasado, y el cardenal italiano Domenico Calcagno, presidente de la APSA (Administración del Patrimonio Apostólico de la Santa Sede), otro poderoso ente financiero del Vaticano.
El Papa, en cambio, confirmó para los próximos cinco años en esa comisión al cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y que fuera el virtual ministro de Relaciones Exteriores del papa Juan Pablo II. Los demás nuevos integrantes son el cardenal de Viena, Christoph Schönborn; el arzobispo de Toronto, Thomas Christopher Collins; el prelado español Santos Abril y Castelló, arcipreste de la Basílica Papal de Santa María Mayor y monseñor Pietro Parolin, actual secretario de Estado vaticano.
Curiosamente, el 16 de febrero pasado, es decir cinco días después de que Benedicto XVI anunciara su renuncia al pontificado, el Vaticano dijo que el Papa había renovado por cinco años el mandato de la Comisión de Vigilancia del IOR, pero ese mandato en cambio duró pocos meses. Según publicó la prensa italiana, el cardenal Bertone le habría pedido a Francisco tiempo atrás permanecer en la comisión. Pero por lo visto el pontífice prefirió cortar de raíz algunos nombres ligados a la vieja gestión. Algo parecido se espera que suceda con el cardenal Calcagno, presidente de la APSA, ente financiero que también ha dado que hablar, en particular después del arresto en junio por fraude al Estado italiano y corrupción, de un prelado de la APSA, nuncio Scarano, acusado de haber intentado hacer volver al país 20 millones de euros de dudoso origen que estaban en un banco suizo.
El papa Francisco, se asegura en ambientes vaticanos, quiere hacer luz definitivamente sobre el tema IOR y para eso, además de los nuevos miembros de la comisión de control, ha tomado otras medidas en estos últimos meses, como la Comisión de Renovación del IOR presidida por el cardenal salesiano Raffaele Farina y la Comisión de Investigación, para tratar de estudiar un mejor funcionamiento del instituto y garantizar la transparencia, de la que forman parte varios laicos, incluso una mujer. Se esperan para los próximos meses los informes definitivos de estas comisiones, cosa que permitirá al Papa y sus asesores tomar una decisión sobre el futuro del banco vaticano. En el viaje de retorno de Brasil a Roma, el Papa hizo referencia al IOR y en ese momento dijo que no sabría cómo terminaría todo porque algunos opinaban que debía seguir siendo un banco, pero otros hablaban de que mejor era transformarlo en un fondo de asistencia y otros todavía decían que había que cerrarlo definitivamente.
Paralelamente a estos cambios, el papa Francisco confirmó ayer a los miembros de la Pontificia Comisión para América latina, su presidente, el cardenal canadiense Mar Oullet, y su secretario, el laico uruguayo Guzmán Carraquiry, y todos sus miembros, entre ellos a los argentinos Mario Antonio Cargnello, arzobispo de Salta, y Héctor Rubén Aguer, arzobispo de La Plata, pero también a otros dos argentinos que funcionaban como consejeros, el cardenal Leonardo Sandri y el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias, en cuya sede dentro del Vaticano realizaron conferencias de prensa luego de haber sido recibidos por el Papa la Selección nacional de fútbol argentina y el equipo del San Lorenzo de Almagro cuando salió campeón en diciembre.
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