Vie 17.01.2014

EL MUNDO  › EN EL REFERENDUM VOTO EL 36 POR CIENTO DE LOS EGIPCIOS

Una Constitución menos religiosa

El gobierno militar reivindicó el resultado ya que el 98 por ciento votó a favor de reformar la Constitución separando más los aspectos religiosos. La oposición islámica calificó de escaso el nivel de participación.

La nueva Constitución egipcia, redactada tras el golpe de Estado del año pasado, fue aprobada en un referendo por abrumadora mayoría, pero como se esperaba la consulta dejó un saldo polémico, ya que para el gobierno de facto es importante que haya participado un 36 por ciento del electorado, según resultados no oficiales difundidos ayer, en tanto que los islamistas sostienen que fue pobre la participación popular. Si bien los resultados definitivos serán anunciados el sábado en una conferencia de prensa convocada ayer por la Comisión Electoral, el diario estatal Al Ahram adelantó que la ratificación de la Carta Magna fue casi total, lo que permitirá al gobierno de facto comenzar a organizar la convocatoria de elecciones presidenciales.

Para el gobierno, el 36 por ciento de apoyo a la nueva Constitución y al gobierno de facto que asumió el poder tras el golpe de Estado, es un respaldo alto. Para los islamistas, apenas superó el tercio del electorado, aunque fue una cifra similar al referendo que aprobó la anterior Carta Magna promovida por el derrocado ex presidente Mohamed Mursi. En diciembre de 2012, cerca de un 33 por ciento del padrón egipcio votó en el referendo impulsado por Mursi y su principal fuente de apoyo popular, la organización islamista Hermandad Musulmana. La Constitución resultante en ese acto era de contenido islámico moderado. El referéndum que se acaba de realizar tenía el objetivo de separar los contenidos religiosos de la Constitución.

Lejos del apoyo aplastante (98 por ciento) que recibió esta semana la nueva Carta Magna del gobierno de facto, en 2012 la Constitución impulsada por los islamistas, que rechazaban los sectores laicos y progresistas del país, fue aprobada por el 69 por ciento de los votos. El referendo constitucional celebrado ayer y el martes pasado fue boicoteado por la Hermandad Musulmana y otros grupos islamistas que rechazan el derrocamiento de Mursi y no reconocen la validez de la nueva Carta Magna, que perdió el tono islamista de la anterior y blinda el protagonismo de las fuerzas armadas.

Según las elecciones y las consultas de los dos últimos años, los analistas estiman que la conducción política islamista moviliza entre un 30 y un 35 por ciento del electorado de ese país árabe. De confirmarse que sólo un 36 por ciento de los egipcios fue a votar esta semana, demostraría que existe un tercio de los egipcios que no pertenece ni apoya a los sectores islamistas, y que esta semana desoyó los pedidos del gobierno de facto y no fue a votar, pero ése es un marco de abstención más o menos normal en este tipo de referéndum.

Pese al adelanto hecho hoy por Al Ahram, el vocero de la presidencia egipcia, Ehab Badawy celebró en un comunicado el “alto nivel de participación en la votación sobre el proyecto constitucional”. “El voto representa un fuerte rechazo al terrorismo y un claro respaldo a la hoja de ruta para la democracia, así como al de-sarrollo económico y a la estabilidad”, agregó el funcionario, en referencia a la Hermandad Musulmana, que fue declarada como organización “terrorista” el año pasado. Pese a su triunfalismo, Badawy no difundió datos sobre el nivel de la participación.

Los islamistas, en tanto, calificaron de “falsos” los resultados no oficiales en otro comunicado. “Dejen que se rían de sí mismos y celebren fiestas ilusorias”, instó ayer la Alianza para la Defensa de la Legitimidad, la coalición islamista que lidera la Hermandad Musulmana.

Durante los dos días de referendo, nueve personas murieron en las provincias de Guiza, Sohag y Beni Suef, y 444 manifestantes fueron detenidos, según informó ayer el Ministerio del Interior egipcio. En su informe, el ministerio acusó a los detenidos “de corromper el clima democrático en Egipto” y de “obstruir el proceso del referéndum en algunos comités”, convocando a protestas que fueron reprimidas por los policías y los militares que el gobierno de facto desplegó en todo el país durante la consulta.

El referendo representaba una prueba muy importante, tanto para el gobierno de facto y su próxima convocatoria a elecciones como para la oposición islamista que reclama la vuelta de Mursi, pero de nada ha servido para aplacar la tensión política que se respira en las calles de El Cairo desde hace más de un año. Un joven falleció hoy y otros diez resultaron heridos en enfrentamientos entre estudiantes simpatizantes y detractores del derrocado presidente islamista en la Universidad de El Cairo. Según informaron fuentes de seguridad, el joven recibió un disparo cuando los dos grupos peleaban dentro de la universidad.

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