El presidente de Chile, Sebastián Piñera, decidió no viajar a Cuba a la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac), a raíz de la cercanía de fechas con el fallo que dictará el lunes 27 el Tribunal Internacional de La Haya por la demanda marítima limítrofe peruana.

Según informa el diario El Mercurio, el mandatario, antes de conocerse la fecha del pronunciamiento de la Corte Internacional, tenía considerado viajar a La Habana, los días 28 y 29, en lo que sería una de sus últimas actividades en el exterior antes de entregar el mando a la presidenta electa, Michelle Bachelet. Funcionarios de gobierno confirmaron al matutino que Piñera ya tomó la decisión de no asistir a la reunión de la Celac, mientras que evalúa convocar a todos los miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso para escuchar la lectura del fallo de La Haya. La idea, se dijo, es dar una señal de unidad, como ocurrió hasta ahora con todos los sectores políticos.

Por otra parte, el fallo que emita el lunes 27 el Tribunal Internacional de La Haya sobre el diferendo marítimo Chile-Perú no podrá ser de aplicación inmediata, y ambos países buscan variantes para evitar eventuales situaciones de conflictos en la zona, que podrían incluir la creación de una comisión bilateral. El canciller chileno, Alfredo Moreno, destacó que ambos países harán “su mejor esfuerzo para hacerlo en las mejores circunstancias para adecuarse a lo que la Corte dictamine”, y ratificó el compromiso bilateral de acatar el fallo “con el mejor espíritu”. Esa demora en la aplicación parece ser la razón por la que los gobiernos de los dos países preparan acciones para evitar eventuales conflictos, sobre todo incidentes de embarcaciones que pudieran traspasar los actuales límites.

El diario santiaguino La Tercera reveló ayer que los Ejecutivos estudian crear una comisión binacional que ejecute la sentencia, posibilidad que el equipo chileno en La Haya planteó ya en junio pasado al entonces canciller peruano Rafael Roncagliolo.