El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, no descarta que miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ingresen al Parlamento tras el acuerdo de paz que se negocia en La Habana. Y las FARC pidieron un abordaje de derechos humanos integrales para la sustitución de cultivos ilícitos, mientras al menos catorce guerrilleros de ese grupo murieron en un bombardeo de tropas regulares. “Me imagino a representantes de las FARC sentados en el Congreso”, dijo Santos en una entrevista publicada anteayer por el diario madrileño El País. “Nadie les está obligando a cambiar su manera de pensar, pero que luchen por sus ideales sin armas, sin violencia, utilizando las vías democráticas”, agregó el mandatario.

Además, Santos se mostró satisfecho por la marcha de las negociaciones que el gobierno y la organización guerrillera llevan adelante en Cuba, desde noviembre de 2012, en busca de la paz, y señaló que los acuerdos alcanzados hasta ahora, en materia de desarrollo rural y participación política, serán un gran beneficio para el país. “Estamos de acuerdo con un principio: Colombia sin coca; va a haber un acuerdo para ir desapareciendo el narcotráfico y la producción de cocaína en Colombia”, sostuvo.

El jefe de Estado valoró la ayuda brindada por Estados Unidos para el combate a las organizaciones armadas y argumentó que la guerrilla no estaría en la mesa de negociaciones si creyera que por la vía de las armas puede ganar, aunque admitió que también para el gobierno ya no es tan fácil exterminar militarmente a esos grupos porque han aprendido a defenderse.

Consultado sobre la posibilidad de que la ciudadanía rechazara el eventual acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, el ex ministro de Defensa respondió que cree que esa hipótesis es muy improbable. “Los colombianos, cuando les presentemos el paquete completo (de acuerdos), estoy absolutamente seguro de que lo van a comprar, lo van a aceptar y lo van a apoyar, bajo algún sistema de refrendación”, indicó Santos. En tanto, las FARC, en un comunicado divulgado el domingo en La Habana, exigieron una mirada abarcativa para la política de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos, en lugar de políticas de interdicción o prohibición, de persecución, estigmatización y criminalización.

En la nota, leída por el comandante guerrillero Luis Albán, alias Marco León Calarcá, las FARC sostuvieron que las causas de la expansión de los cultivos ilícitos son de carácter socioeconómico y se encuentran en la pobreza y miseria de los desposeídos, expropiados y desplazados del campo, de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes. Solicitaron también el reconocimiento de los territorios de esas comunidades, así como el mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores de los cultivos de coca, amapola y marihuana.

Como respuesta a la entrevista concedida por Santos a El País, el ex presidente colombiano Alvaro Uribe lo acusó de vender a la prensa extranjera un “país virtual” en contraste con el “país real de extorsión y desaceleración económica”, y denunció que las FARC “extorsionan a todos los comerciantes y agricultores de Granada”.

Desde Villavicencio, la capital regional, el ex mandatario criticó que Santos hable de la legalización de la droga cuando la realidad que se vive en los barrios populares urbanos es de un avance de la drogadicción, avance destructor de la sociedad. Uribe, que gobernó Colombia durante ocho años y que ahora es el principal opositor a Santos, quien fue su ministro de Defensa, encabeza como candidato a senador la lista del movimiento político Centro Democrático, fundado por él mismo.

Por su parte, dirigentes de los principales partidos políticos de Colombia respaldaron las declaraciones de Santos sobre la presencia en el Congreso de representantes de las FARC. El presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, dijo que eso podría ser algo normal tras la finalización del proceso de paz. “Ni me sorprende ni me escandaliza, porque un proceso de paz lo que finalmente busca es que tengan la posibilidad de elegir y ser elegidos quienes no hayan cometido delitos de lesa humanidad de manera sistemática”, señaló a la cadena radial Caracol Cristo, miembro del Partido Liberal, que forma parte de la coalición de gobierno Unidad Nacional.

El presidente del Partido Liberal, Simón Gaviria, aseguró que la incorporación de ex guerrilleros al Parlamento representaba algo sin importancia. “Compartimos la idea de que estas personas dejen atrás las balas y entren al debate de las ideas. Es uno de los costos de la paz que son ínfimos frente a los costos de la guerra”, manifestó.

Por su parte, la candidata presidencial del partido opositor de izquierda Polo Democrático Alternativo, Clara López, dijo que es partidaria de la llegada de los insurgentes al Congreso. “Respaldamos integralmente que se reincorporen las FARC a la vida civil y que participen con sus tesis en las posiciones políticas nacionales y regionales, para iniciar el proceso de reconciliación”, afirmó López.

Las fuerzas de seguridad colombianas elevaron ayer de once a catorce la cantidad de guerrilleros muertos de las FARC en un bombardeo militar que tuvo lugar el fin de semana en el departamento de Arauca, en el este de Colombia y fronterizo con Venezuela. Así lo informó ayer el comandante de las Fuerzas Militares, el general Leonardo Barrera. Las autoridades militares también indicaron que un helicóptero militar recibió impactos de disparos guerrilleros que no lograron derribar la aeronave. Es el primer gran revés que sufren las FARC luego de que el miércoles dieran por terminada la tregua unilateral de un mes que decretaron con motivo de las fiestas.