El sonido de una aspiradora, colaboradores yendo y viniendo de la sala de un hotel en Recoleta. La mujer, que es ministra de Defensa de Ecuador, pidió orden con tono firme. María Fernanda Espinosa (foto) dijo en diálogo con Página/12 que para una mujer el reto es doble cuando se trata de un ministerio tradicionalmente ocupado por hombres. “El ejercicio de la autoridad es distinto y su legitimación nos cuesta más. Es una institución jerárquica y masculina. A esto se suma que la conducción civil es relativamente nueva. Antes el titular de Defensa era un militar.”

Espinosa recordó que Michelle Bachelet abrió el camino en Chile para que otras mujeres asumieran el rol en la región. “Michelle fue uno de los hitos. Lo importante es entender que no es un folklorismo de ‘ay, qué lindo, una mujer en Defensa’. Yo fui la primera canciller de la revolución ciudadana.”

En Espinosa conviven la pluma y el arma. “Ser poeta es una condición que te obliga a ver el mundo de manera distinta, con una especie de lupa sensible que ayuda mucho en la gestión en Defensa. El arma de la escritura y el uso del lenguaje sirve mucho para la cultura de la paz.”

La ministra estuvo en una breve visita en Buenos Aires para presentar el primer número de la revista ecuatoriana Patria, dedicada a los temas de seguridad, y mantuvo una reunión informal con su colega argentino Agustín Rossi en la que trató asuntos como los mecanismos de protección conjunta frente a la amenaza de espionaje masivo de Estados Unidos.

Es que el ex agente Edward Snowden reveló que el gobierno norteamericano interceptó las comunicaciones de decenas de líderes en todo el mundo. “El espionaje no es algo nuevo, pero sí la manera tan burda en la que se hizo público, y comprobamos que espiaron las llamadas de los mandatarios, afectando decisiones de estado y su privacidad; también comprobamos que se hicieron escuchas a nuestras empresas. Esto constituye una de las amenazas más graves del siglo XXI”, dijo Espinosa. Y señaló que la manera de reaccionar tiene que ser conjunta. “Fue clara la presidenta Dilma Rousseff cuando dio su discurso en la ONU y dijo que aquí de lo que se trata es de establecer mecanismos de comunicación y sistemas informáticos conjuntos que nos protejan de esas violaciones a los derechos y tratados de convivencia entre los Estados. Aquí se ha vulnerado la confianza, se ha atentado contra la vida privada de las personas y se ha puesto en riesgo la soberanía de nuestros Estados. Tenemos la tecnología y el saber hacer, solamente necesitamos acordar los protocolos de cómo protegernos y en ello está trabajando Unasur.”

Snowden se convirtió en uno de los hombres más buscados por Estados Unidos, que lo acusa de traidor. Tiempo atrás fue Julian Assange, fundador del portal Wikileaks, quien puso en aprietos a la potencia mundial dando a conocer los archivos secretos del Departamento de Estado. Assange se encuentra asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde junio de 2012, a la espera de un salvoconducto que le permita salir sin ser detenido y extraditado a Suecia, donde la Justicia lo investiga por delitos sexuales. Espinosa espera que Reino Unido no demore en dar una respuesta. “Ecuador tomó una decisión en defensa de la integridad de una persona. Ahora está más en manos de las autoridades del Reino Unido y se debe resolver cuanto antes porque no se puede tener a un ciudadano encerrado en una embajada. La situación es insostenible.”

Hace unos días el gobierno ecuatoriano anunció que dejaba de adherir al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un paso que se interpretó como de mayor distanciamiento con Washington. Espinosa reivindicó tal decisión. “El contexto histórico en el que se suscribió este tratado de defensa (en 1947) ya no corresponde con el escenario geopolítico actual, fue creado en una situación de posguerra donde Estados Unidos quería reafirmar el control sobre los países de América latina y establecer supuestamente una seguridad hemisférica ejerciendo su condición hegemónica, protegiendo a esos países de la amenaza del comunismo. Pensamos que los mecanimos de cooperación en materia de seguridad tienen que ser entre los pueblos de la región sin tutelajes, ni sometimiento a un poder imperial.”

Si hay un tema insoslayable de defensa en Ecuador es el conflicto colombiano. Durante el gobierno de Alvaro Uribe, en el que el actual mandatario Juan Manuel Santos se desempeñaba como ministro de Defensa, las fuerzas colombianas invadieron territorio ecuatoriano para bombardear a guerrilleros de las FARC. Actualmente el gobierno y las FARC negocian en Cuba poner fin a décadas de guerra. Espinosa señaló qué representa para su país el problema de su vecino. “Un acuerdo de paz en Colombia sería la mejor noticia para Ecuador y para América latina entera. Ecuador ha sufrido mucho del conflicto colombiano, es el país que más desplazados alberga de todo el continente. Son alrededor de 50 mil refugiados que tienen acceso a salud, educación y empleo. Tenemos un cordón social, redes de escuelas y hospitales, infraestructura, una red de apoyo, que hace que los desplazados quieran venir. Cuando fui canciller recuerdo que un alto comisionado de la Acnur me preguntó dónde estaban los campos de refugiados y se sorprendió cuando le dije que no teníamos campos de refugiados, que fuera a visitar una escuelita en la frontera y viera por sí mismo que la mayoría de los alumnos eran colombianos.”

En algún momento Colombia acusó a Ecuador de darles refugio a los insurgentes. La ex canciller lo desmintió. “Es un tema que instalan los medios de comunicación para alterar las buenas relaciones que tenemos con Colombia. El gobierno de Santos tiene muy claro el esfuerzo de Ecuador en la zona fronteriza. Más del 20 por ciento del esfuerzo militar ecuatoriano está destinado a tener una presencia permanente en el cordón fronterizo.”

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