El cubano Fernando González, el segundo de los cinco agentes condenados en Estados Unidos en un juicio celebrado en 2001, fue puesto ayer en libertad y será deportado a Cuba, tras haber pasado quince años en prisión.

González, de 50 años, conocido por el alias de Ruben Campa, cumplió su condena en una cárcel en la localidad de Safford (Arizona) y fue entregado a las autoridades de inmigración para que procedan a su deportación. El espía cubano será deportado “tan pronto como sea posible”, dijo al diario Miami Herald Michelle Alvarez, portavoz de la fiscalía en esa ciudad, aunque aún no está claro cuánto durará el proceso de deportación. Con la puesta en libertad de Fernando González, ya son dos los espías liberados, después de que René González cumpliera su condena en octubre de 2011 y se trasladara a La Habana, donde reside actualmente. Los otros tres agentes de inteligencia, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, siguen en prisión, cumpliendo sentencias más prolongadas. Por su parte, el gobierno de Cuba anunció varios actos en apoyo a la causa de sus cinco agentes condenados por espionaje y con motivo de la liberación de Fernando González.

El agente liberado ayer formaba parte del denominado Grupo de los Cinco, un comando de cinco espías detenidos en 1998 y condenados en 2001 a diversas penas, cuyo caso se convirtió en uno de los asuntos más conflictivos en las relaciones recientes entre Estados Unidos y Cuba. González cumplía una sentencia a 17 años de prisión por no registrarse como un agente extranjero y poseer documentos de identidad falsificados. Había sido condenado inicialmente a 19 años de cárcel, pero la condena se redujo a 17 años. Como consecuencia de su buena conducta durante este tiempo, el agente fue liberado, después de permanecer 15 años, 5 meses y 15 días en prisión.

Los cinco espías admitieron que eran agentes del gobierno cubano no declarados ante Estados Unidos, pero dijeron que espiaban a grupos terroristas de exiliados que conspiraban contra el entonces presidente Fidel Castro y no al gobierno estadounidense. Cuba los declaró héroes y sostiene que los agentes de la llamada “red avispa” de la inteligencia cubana en Estados Unidos operaban para frustrar ataques contra la isla por parte del exilio radical cubano. Ramón Labañino será puesto en libertad previsiblemente el 30 de octubre de 2024, mientras que Antonio Guerrero abandonará la cárcel el 18 de septiembre de 2017. Sin embargo, Gerardo Hernández está condenado a dos cadenas perpetuas.

Hernández también fue juzgado en 2001 y condenado por colaborar en el derribamiento de dos avionetas de Hermanos al Rescate en el que murieron los pilotos Carlos Costa, Armando Alejandre, Mario de la Peña y Pablo Morales. El hecho ocurrió el 24 de febrero de 1996, cuando dos avionetas de este cuerpo dedicado al rescate de balseros cubanos, según la disidencia, o al sabotaje, de acuerdo con el gobierno de La Habana, fueron impactadas por misiles aire-aire disparados por cazas MIG cubanos en espacio aéreo internacional o violando el espacio aéreo cubano, según las distintas interpretaciones.

El caso del Grupo de los Cinco también se vinculó con el del subcontratista estadounidense Alan Gross, preso en Cuba desde 2009 y acusado en 2011 de ser un espía al servicio de Estados Unidos, por haber provisto de equipo de Internet a miembros de la comunidad judía y de la disidencia cubana. El gobierno cubano ha ofrecido un canje de Gross por los presos restantes del grupo de espías, el cual ha sido rechazado, hasta ahora, por el Ejecutivo estadounidense, aunque hubo varias gestiones en ese sentido.

Por su parte, la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen expresó su decepción ante la salida de prisión de González. “Es extremadamente decepcionante que al conmemorar el aniversario del asesinato de los Hermanos al Rescate esta semana González haya sido liberado”, dijo la congresista cubanoestadounidense, una de las más críticas con el gobierno de La Habana. “Las acciones criminales de los cinco espías cubanos en el derribo de 1996 resultaron en las muertes de tres ciudadanos estadounidenses y un residente”, agregó Ros-Lehtinen en un comunicado.

Mientras, estudiantes cubanos protagonizaron un acto en solidaridad con los agentes aún presos en un céntrico parque de La Habana, donde lanzaron más de 300 palomas por la paz en presencia de familiares de González. En la isla, el evento principal para celebrar la flamante liberación y homenajear también a sus compañeros tendrá lugar mañana en la escalinata de la Universidad de La Habana, con un gran concierto convocado por organizaciones estudiantiles.