Las fuerzas armadas de Bolivia destituyeron ayer a 702 uniformados que participan en las protestas. La decisión fue tomada luego de que una multitudinaria manifestación de suboficiales, sargentos y sus esposas unieran las ciudades de El Alto y La Paz para insistir en su pedido de acabar con lo que consideran tratos racistas y discriminatorios en las fuerzas armadas. Los uniformados marcharon alrededor de la plaza Murillo, donde están el Palacio de Gobierno y el Parlamento, que estuvo protegida por barricadas de la policía, aunque no hubo incidentes. “No somos pocos, somos miles”, gritaron los militares de baja graduación en su marcha, acompañada por una banda de música a su paso por el centro de la ciudad, en rechazo a la versión del gobierno de que quienes se movilizan desde el lunes son menos de un millar. El gobierno abrió la posibilidad de discutir los planteamientos de los uniformados, pero siempre que éstos sean formulados mediante procedimientos regulares.

Tras la marcha, el comando en jefe de las fuerzas armadas informó que el ejército, la armada y la fuerza aérea decidieron el “retiro obligatorio” de 702 suboficiales y sargentos que faltaron a su trabajo, y los acusó de “sedición, motín, realizar acción política y atentar contra la dignidad y el honor” de la institución. El comunicado del comando en jefe detalla que el ejército retiró a 381 suboficiales; la fuerza aérea, a 300, y la armada, a 21. El comunicado advierte, además, que en cumplimiento del artículo 244 de la Constitución Política del Estado, se aplicarán las sanciones establecidas en las leyes y reglamentos militares “ante acciones de indisciplina, insubordinación y otros delitos”. Entre el lunes y el martes fueron echados otros 13 con el mismo argumento.

“Dentro del ámbito militar, el mantenimiento de la disciplina es fundamental, porque permite el mantenimiento del orden, la unidad y eficacia de la estructura militar; esto se rige mediante leyes y reglamentos militares, estas normas permiten individualizar las transgresiones de sus miembros para aplicar la sanción respectiva de forma inmediata. Estas reglas particulares diferencian el proceder del ciudadano común con el del militar”, destaca el documento castrense. “Como se puede ver, los miembros de las fuerzas armadas no están sujetos a un régimen jurídico que sólo otorga beneficios y facilidades, sino que sus deberes y obligaciones van más allá del sacrificio de su vida”, agrega.

Los soldados, que se movilizan desde inicios de abril, exigen también la renuncia del ministro de Defensa, Rubén Saavedra. A pesar de la evidente visibilidad de la manifestación de los soldados, que tiene dividida a la opinión pública, el presidente Evo Morales no se ha manifestado respecto del tema. Bolivia enfrenta en octubre nuevas elecciones presidenciales, donde el actual mandatario busca la re-reelección.