EL MUNDO › EL EX CORONEL PAULO MALHAES HABIA DECLARADO EL MES PASADO ANTE LA COMISION NACIONAL DE LA VERDAD
La viuda declaró que tres hombres invadieron la quinta en la que vivía con su marido –en la región de la Baixada Fluminense, en Río de Janeiro– en busca de armas, ya que el coronel era coleccionista.
El coronel retirado y represor confeso Paulo Malhaes fue encontrado muerto en su casa de Río de Janeiro. “En principio, fue muerto por asfixia. El cuerpo estaba acostado en el piso del cuarto, boca abajo, con el rostro pegado a la almohada. Todo indica que fue muerto por obstrucción de las vías respiratorias”, dijo el comisario de la División de Homicidios de la Baixada Fluminense, Fábio Salvadoretti. Malhaes, de 76 años, había declarado el mes pasado ante la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), instaurada por la presidenta Dilma Rousseff para investigar los delitos cometidos durante el régimen militar que tuvo lugar entre 1964 y 1985. Nadine Borges, miembro de la Comisión Estatal de la Verdad y responsable de tomar testimonio al ex represor, exigió una rápida investigación sobre el asesinato. “Esto no puede ser tratado como un delito común”, expresó.
La viuda del militar, Cristina Batista Malhaes, declaró que tres hombres invadieron la quinta en la que vivía con su marido –en la región de la Baixada Fluminense, en Río de Janeiro– en la noche del jueves, en busca de armas, ya que el coronel era coleccionista. “Fui atada y encerrada en el cuarto mientras los bandidos revisaban toda la casa en busca de armas y municiones. No era un secreto que él era coleccionista de armas”, dijo la mujer poco antes de ser conducida a la comisaría a declarar.
La mujer también señaló que no sufrieron violencia física y que no reconocieron a ninguno de los dos hombres que estaban con cara descubierta. Según la policía, los peritos que estaban en el sitio no encontraron impactos de bala, pero ninguna hipótesis se descarta en la investigación. Los agentes buscarán imágenes de las cámaras de seguridad que puedan ayudar a identificar al autor del delito. Además de las armas, los delincuentes se robaron las computadoras, publicó el diario Folha de Sao Paulo. “De acuerdo con Carla, una hija de Malhaes, tres personas entraron en la casa del coronel retirado en la tarde del jueves, detuvieron a su esposa en una habitación y asesinaron por asfixia al militar. En el hecho, el grupo tomó todas las armas que tenía en casa”, destacó por su parte O Globo.
Malhaes había confesado hace un mes que participó de la represión en plena dictadura. En su testimonio, relató cómo torturó, mató y ocultó cadáveres de presos políticos durante el régimen. También contó que el ejército le ordenó desenterrar y hacer desaparecer el cuerpo del diputado Rubens Paiva, quien desapareció en 1971. Fue la primera vez que el militar admitió públicamente haber integrado el equipo de represión que actuó en los años ’70 en la llamada Casa de la Muerte, que funcionó en Petrópolis, una región de Río de Janeiro.
Cuando el ex ministro de Justicia José Carlos Días le preguntó si se arrepentía de sus actos, el militar contestó que no y defendió el recurso de la tortura. “Es difícil decirlo, pero fueron muchos”, confesó cuando le preguntó cuántas personas había matado. “La tortura es un medio. Si uno quiere conocer la verdad, tiene que presionarme”, llegó a afirmar. Malhaes reveló el plan para borrar toda evidencia. “En esa época no existía ADN. Las partes que podían identificar a una persona eran el arco alveolar y las huellas digitales”, recordó, al afirmar que solía romper los dientes y amputar los dedos de los cadáveres.
Familiares del militar dijeron que éste vivía en la chacra desde hacía unos treinta años. Un yerno suyo contó que para la familia su participación en las actividades represivas de la dictadura fue una sorpresa. “No sabíamos que él había sido un torturador. Lo supimos por televisión y después de eso nunca nos sentimos cómodos como para preguntar. El fue siempre muy reservado y nunca comentó nada. Tampoco sabíamos si estaba siendo amenazado”, aseguró el familiar, que se identificó como Nelson.
Para la CNV, la muerte de Manhaes puede tener una posible relación con las revelaciones hechas por él hace un mes, por lo que pidió que el crimen sea investigado con precisión y rapidez. “Debido a que es una situación que involucra una investigación de la Comisión, que es una agencia federal, pedimos a los policías federales que supervisen las investigaciones realizadas por la Policía Civil de Río”, dijo Pedro Dallari, coordinador de la CNV.
Por su parte, el presidente de la Comisión Estatal de la Verdad de Río de Janeiro, Wadih Damous, explicó que es posible que el asesinato de Malhaes se deba a que el ex militar sabía demasiado sobre sus colegas. “Ha sido un importante agente de la represión política durante la dictadura y fue maestro de muchos. Tenía información sobre los eventos que ocurrieron detrás de escena en ese momento. Debemos abrir con urgencia una investigación a nivel federal para determinar los hechos”, pidió. “La investigación sobre la muerte del coronel Paul Malhaes necesita ser tomada con mucha determinación”, añadió.
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