La Audiencia Nacional española dejó ayer en libertad a trece presuntos narcotraficantes marroquíes que iban a ser juzgados. Trece de los dieciséis magistrados de la Sala en lo Penal de la Audiencia Nacional decidieron que, de acuerdo con la reforma de la Justicia universal, España no puede juzgar a narcotraficantes extranjeros toda vez que sean detenidos navegando en aguas internacionales, en buques con bandera de otro país y siempre que no se acredite que la droga tenía como destino España. De este modo, los ciudadanos marroquíes son beneficiados por la reforma judicial impulsada por el gobernante PP que restringe en la Península Ibérica la aplicación de la Justicia universal.

Los excarcelados fueron detenidos el 31 de mayo de 2013 en aguas internacionales, en el mar de Alborán –rodeado por las costas españolas, de Marruecos y argelinas–, a bordo de un barco de bandera extranjera, una de las razones por las que no pueden ser juzgados en España. Según señaló en su edición de ayer el diario El País, la competencia de los jueces españoles para perseguir al narcotráfico termina donde acaban las aguas territoriales, es decir, a doce millas náuticas de la costa. Luego de dos horas de debate, la Audiencia Nacional respaldó ampliamente los argumentos jurídicos de los jueces de instrucción Fernando Andreu y Javier Gómez Bermúdez. Ambos magistrados sostuvieron en sus resoluciones que la reforma del artículo 23.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que restringe la Justicia universal los obligaba a liberar a estos presuntos delincuentes.

La resolución de la Sala en lo Penal, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, cuenta con tres votos particulares, entre ellos el del propio presidente de la sala, Fernando GrandeMarlaska. Estos magistrados, al igual que la fiscalía, apunta El País, entienden que la redacción de la nueva ley de Justicia universal sí permite la persecución de narcos en aguas internacionales.

Con los ciudadanos marroquíes que fueron liberados ayer ya son 29 los presuntos narcotraficantes extranjeros que fueron apresados en aguas internacionales y que gozan del beneficio de la excarcelación por la Justicia española, ya que anteriormente fueron puestos en libertad ocho sirios y ocho egipcios. El barco que transportaba a los marroquíes detenidos llevaba a bordo dieciséis toneladas de hachís, cargamento que no iba destinado al mercado español. Además de poner en libertad inmediatamente a los trece marroquíes, cuyo juicio estaba a punto de comenzar, los jueces pidieron información complementaria sobre los ocho narcotraficantes sirios ya excarcelados bajo la sospecha de que en este caso la droga que transportaban tenía como destino el mercado español.

El Parlamento español aprobó definitivamente en marzo pasado y a propuesta del gobierno del Partido Popular una reforma que limita la aplicación de la Justicia universal. La reforma supone que sólo se puedan investigar y enjuiciar en España delitos graves cometidos fuera del territorio español, como los de genocidio y lesa humanidad, cuando la causa se dirija contra españoles o extranjeros que hayan adquirido la nacionalidad española con posterioridad a la comisión del delito o cuya extradición hubiera sido denegada por las autoridades españolas. Además de estos casos de narcotráfico, también quedaron anulados procesos de otros tipos de crímenes como el de genocidio, por el que estaban acusados varios líderes chinos por la represión en Tíbet, entre otros.