En una clara muestra de unidad, los líderes de Estados Unidos y de Alemania advirtieron conjuntamente a Rusia que podría esperar nuevas sanciones si no revierte el curso en Ucrania del Este y exigieron que tome las medidas necesarias para facilitar de liberación de los observadores occidentales que son tenidos como rehenes. Ambos líderes hicieron hincapié en las futuras elecciones presidenciales de Ucrania el 25 de mayo y le advirtieron a Rusia que no debería tratar de impedir el proceso. “Si eso sucediera, serán inevitables más sanciones”, dijo Merkel. “Se está preparando una amplia gama de posibilidades en la Unión Europea. Pasaremos a una tercera etapa de sanciones. Quiero enfatizar que esto no es necesariamente lo que deseamos.” Para Washington, era importante que la visita de Merkel mostrara un frente común para confrontar a Rusia mientras la situación de seguridad en Ucrania oriental continúa deteriorándose. Parecía haber un claro acuerdo entre ellos al establecer el 25 de mayo como la nueva marca para considerar nuevas sanciones y que apuntarían a por lo menos un sector específico de la economía rusa si fuera necesario. “No tendremos otra elección que seguir con sanciones más severas si Rusia perturba la elección presidencial”, dijo Obama.