El movimiento de los indignados españoles tiene partido político y en las elecciones del próximo 25 de mayo intentará instalar “las voces de los ciudadanos” en el Parlamento europeo, apenas dos meses después de que más de un millón de españoles volvieran a ocupar las calles en todo el país. “Es necesario cambiar esta Europa, donde muchas de las decisiones centrales se toman en instancias que no fueron elegidas por nadie”, explicó ayer Pablo Iglesias, candidato cabeza de lista y principal referente de la nueva fuerza, llamada Podemos.

Hoy, el partido, que nació hace apenas cien días en España, se presentará formalmente en Argentina y marcará el inicio de la campaña electoral para las elecciones europeas con un acto en el porteño hotel Bauen a las 10.00 de la mañana, según informó Podemos en un comunicado.

Del 22 al 25 de mayo, millones de ciudadanos de los 28 países de la Unión Europea (UE) concurrirán a las urnas para elegir a los 751 diputados de la EuroCámara, en unos comicios marcados por la crisis económica continental y en los que se espera un avance de las fuerzas de extrema derecha. Antes de viajar a Berlín para abrir la campaña electoral junto a cientos de “exiliados económicos”, Iglesias destacó que “el descontento con los partidos políticos no tiene precedentes en España”, aunque reconoció que el “proceso que ya comenzó en lo social aún no se replicó en la política”. De todos modos, el dirigente de 35 años, que cobró fama nacional en 2011 con la aparición del masivo movimiento de los indignados, adelantó que no se ponen “un techo” para estos comicios. “Lo vimos con las experiencias latinoamericanas en los últimos tiempos, en donde procesos sociales de cuestionamiento a un régimen político se convirtieron en procesos de acumulación muy rápida de fuerza política y electoral”, sostuvo el joven profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense.

Podemos no tiene un programa político muy distinto del de otros partidos de izquierda en España, como Izquierda Unida, la tercera fuerza nacional detrás del gobernante Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Su principal diferencia es que su agenda, sus políticas y, principalmente, sus candidatos, son elegidos y decididos por los ciudadanos, sin interferencia de una estructura burocrática partidaria, explicó Iglesias.

A fines de marzo pasado, la nueva fuerza convocó a “primarias ciudadanas” en las que participaron más de 33.000 personas. “Cualquier ciudadano propuesto podía ser candidato, y cualquier ciudadano que tuviera un teléfono celular español podía votar”, detalló.