El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que Dilma Rousseff será reelegida en octubre y negó que el resultado del Mundial de fútbol pueda influir en el voto. “Creo que Rousseff va a ganar las elecciones porque es la candidata más preparada, con las mejores propuestas y una experiencia extraordinaria en gobernar”, señaló Lula al diario A Tarde, consultado sobre su delfín político, a quien le entregó el poder tras las elecciones presidenciales de 2010. Brasil acudirá a las urnas el 5 de octubre y Rousseff lidera hasta ahora todas las encuestas de opinión, con una intención de voto en torno del 37 por ciento, frente al 20 por ciento que los sondeos le atribuyen a Aécio Neves, el candidato opositor de la socialdemocracia.

Lula, considerado el dirigente político más popular e influyente del país, se propone lanzarse de lleno en la campaña de Rousseff de cara a la reelección, que comenzará en julio, inmediatamente después de que concluya el Mundial de fútbol, que será inaugurado en un mes. Aunque muchos analistas políticos creen que el resultado de la cita deportiva influirá esta vez en el ánimo de los electores, el ex presidente sostuvo que no existe ninguna relación entre una cosa y otra. “Sinceramente no creo que el Mundial influya para ninguno de los candidatos, pierda o gane Brasil”, afirmó el dirigente petista.

El Mundial de la FIFA se disputa cada cuatro años, tal como ocurre desde 1994 con las elecciones en Brasil; y pese a la enorme pasión que el país le profesa al fútbol, esa coincidencia nunca tuvo efectos políticos directos. Sin embargo, el año pasado, durante la Copa Confederaciones, un evento preparatorio del Mundial, una ola de masivas protestas contra el alto gasto público en eventos de la FIFA derrumbó la popularidad de Rousseff desde el 70 por ciento que ostentaba hasta un 35 por ciento.

A pesar de eso, Lula sostuvo en la entrevista con A Tarde que no es posible imaginar que el pueblo no tenga ninguna inteligencia y que decidirá el resultado (electoral) sobre la base de un partido de fútbol. Sobre las demandas de mejores servicios públicos, que también se manifestaron durante las protestas de 2013, Lula reconoció que después de 12 años de gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), que lidera junto con Rousseff, aún hay mucho por hacer.

Sin embargo, afirmó que no sería posible hacer en 12 años lo que no se hizo en 500 años y apuntó que, pese al malestar reflejado en las protestas del año pasado, en inversión en educación, salud, generación de nuevos puestos de empleo, aumento de salarios y combate a la miseria y el hambre, el gobierno del PT sirve de ejemplo para el mundo.

El Comité Popular de la Copa, que reúne a los grupos “anti-Mundial” de Brasil 2014, anunció para el jueves una jornada de protestas en las 12 ciudades sede del evento, y también en otros países, contra las leyes que se están impulsando para desalentar las manifestaciones durante el Mundial. “La principal demanda de la jornada será la garantía de la libertad de manifestación antes, durante y después de la Copa”, dijeron los organizadores en un documento divulgado en su página web, donde sostienen que ese derecho “está amenazado por una serie de leyes antimanifestación y por el recrudecimiento de la acción de las fuerzas policiales”.