Desde Roma

Las elecciones para el Parlamento Europeo que concluyen hoy en los 28 países de la Unión Europea (UE) “no cambiarán nada en la composición del gobierno italiano”, se apura a decir el primer ministro Matteo Renzi ante las amenazas de sus opositores. Es que la batalla europea no será fácil. El principal contrincante del Partido Democrático (PD) de Renzi es el quisquilloso Movimiento Cinco Estrellas (M5S) de Beppe Grillo, el partido de los insatisfechos, los agresivos, los que quieren tirar todo abajo, los euroescépticos. No se entiende muy bien por qué participan de las elecciones si creen que la Europa unida, el euro, no sirven. ¿Por qué participan de las reglas que ellos mismos critican? ¿Piensan destruirlas completamente desde adentro? ¿O simplemente reformarlas como intentan otros? Y si es así, ¿cómo las destruirían o reformarían si no aceptan alianzas con nadie y ellos solos no podrían hacerlo seguramente? Según encuestas preelectorales, en efecto, Grillo y los suyos conseguirían no más del 25 por ciento de los votos, el PD el 32-34 por ciento y Forza Italia de Silvio Berlusconi menos del 20 por ciento. Los demás partidos italianos corren el riesgo de no lograr el mínimo del 4 por ciento que exige la ley para poder tener un representante en el Parlamento. El peso de los euroescépticos en Europa es una de las incógnitas, pero no parece que puedan llegar a ser mayoría.

En lo que se refiere al voto de hoy, el líder del M5S asegura que ellos serán los ganadores y que exigirán la renuncia del gobierno y llamar a elecciones. También quieren que se vaya el presidente de la República Giorgio Napolitano, al que critican e insultan por haber recibido en el Palacio de la Presidencia al condenado por fraude fiscal Silvio Berlusconi, como si fuera una persona normal. “Nosotros somos los franciscanos de Europa. Nacimos el 4 de octubre. El papa Francisco vino después”, gritaba desaforadamente, según su estilo, en el acto de cierre de la campaña electoral en Roma.

Berlusconi, por su parte, no se queda atrás. “Si gana el M5S –dijo durante su campaña– habrá desórdenes inquietantes. Es un eufemismo decir que el voto a Grillo es inútil: es un voto peligroso. Pero los italianos han comenzado a entender quién es verdaderamente.” Y fue más lejos: “El objetivo de Grillo es destruir nuestra democracia, preparar tribunales del pueblo para procesar a los políticos, a los periodistas, a los que no estén de acuerdo con él. Grillo dice las mismas cosas que decía Hitler en 1932. Es un aspirante a dictador”. Según Berlusconi, además, si Europa no cambia económicamente “nos llevará fuera del euro”.

Renzi, secretario del PD hasta ahora además de primer ministro, dijo en su campaña que Europa tienen “muchas cosas importantes por decidir” y por eso hizo un llamado a los italianos a votar. Son 49 millones los italianos que tienen derecho al voto y que deberán elegir 73 –sobre un total de 751– representantes en el Parlamento Europeo. “Creo que seremos los primeros de Europa como afluencia a las urnas. Es importante ir a votar. Eso dará crédito a Italia”, dijo Renzi.

“Espero que las fuerzas que quieren cambiar a Europa, pero queriéndola no odiándola, sean mayoritarias. Grillo y Le Pen (N. de R.: la ultraderecha francesa) no son lo mismo. Para Italia el euroescepticismo es una gran oportunidad y una gran responsabilidad para cambiar a Europa”, subrayó el premier. Aludía al semestre de presidencia del Consejo de la UE del que Italia se hará cargo el próximo 1º de julio. A su criterio, Europa se debe poner de acuerdo sobre nuevas políticas económicas, no de austeridad, sino de crecimiento. Este será el gran desafío luego de la aguda crisis económica que ha golpeado desde 2008, sobre todo al sur europeo y que se vio agravada por la austeridad –que algunos han bautizado “austericidio”–, impuesta por la UE.

El semestre italiano se verá condicionado por el resultado electoral de hoy. En la agenda de ese semestre no sólo está la economía sino también otro gran problema para Italia: los miles de refugiados que llegan del norte de Africa. Si la alianza socialista, grupo del que participa el PD, sale ganadora, se simplificará el camino para las reformas solidarias que el Viejo Continente anda necesitando.