Israel sufrió ayer una incómoda derrota luego de que tanto Estados Unidos –su aliado– como la Unión Europea rechazaran su llamamiento a boicotear al nuevo gobierno de unidad palestino. El nuevo primer ministro palestino Rami Hamdala (foto), en su primera sesión de gabinete en Ramalá, saludó la decisión de los países árabes, la Unión Europea y Washington de cooperar con su gobierno “política y financieramente”. Hamdala también se reunió con el representante de la UE en los territorios palestinos, John Gatt-Rutter, y le prometió que su administración se atendrá a todos los acuerdos internacionales, el programa político del presidente palestino moderado Mahmud Abbas y perseguirá por vías pacíficas la creación de un Estado palestino. Cuatro ministros de Gaza, a quienes Israel les denegó el permiso para viajar a Cisjordania a través de su territorio, participaron por videoconferencia.

Por su parte, la alta representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, describió la formación del gobierno palestino en una declaración difundida ayer en Bruselas como “un paso importante en el proceso de reconciliación palestina”. Ashton saludó la conformación de un “gobierno de personalidades independientes” y las promesas de Abbas de comprometerse con el principio de una solución de dos Estados sobre la base de las fronteras de 1967 y reconocer el derecho a la existencia de Israel.

Añadió que también es importante la renuncia a la violencia y el cumplimiento de acuerdos anteriores. “La relación de la UE con este nuevo gobierno palestino descansará en el cumplimiento de estos fundamentos y estas promesas”, dijo.

Previamente, la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki, dijo el lunes que su país está dispuesto a trabajar con el nuevo gobierno de unidad palestino, pese a los llamados del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a boicotear la formación por incluir fuerzas de la agrupación radical islámica Hamas. Psaki señaló que Abbas, del partido Al Fatah, formó un “gobierno de transición de tecnócratas”, con lo que hizo referencia a la calidad más bien independiente de los nuevos ministros.

El gobierno de transición palestino es la primera administración que aúna el partido de Al Fatah, que tenía el control de Cisjordania, y la agrupación Hamas, que lideraba en la Franja de Gaza. Este gobierno pretende poner fin a la separación política de las facciones palestinas, que se produjo hace siete años.