El dirigente opositor venezolano Leopoldo López será juzgado por su presunta responsabilidad en los violentos incidentes del 12 de febrero pasado, luego de que un juzgado de Caracas elevara la causa a juicio oral, por lo que podría ser sentenciado a 10 años de prisión.

El Ministerio Público confirmó a través de un comunicado la decisión del Juzgado 16 de Control de Caracas de admitir la acusación, ordenar el enjuiciamiento de López y mantener “la medida privativa de libertad, por lo que permanecerá recluido en el Centro Nacional de Procesados Militares, conocido como Ramo Verde”.

López está detenido desde el pasado 18 de febrero en esa prisión militar de las afueras de Caracas, donde fue llevado tras entregarse cuando pendía una orden de captura en su contra. La decisión de enjuiciar a López fue tomada ayer en horas de la madrugada y tras una nueva jornada maratónica de trabajo, en el tercer día de vista preliminar por las acusaciones contra el político opositor y los estudiantes Christian Holdack, Marco Coello, Damián Martín y Angel González.

La fiscalía precisó que “se ordenó el enjuiciamiento de Marco Coello y Christian Holdack por ser presuntamente autores en los delitos de instigación pública, incendio, daños y asociación ilícita, mientras que Angel González y Damián Martín fueron acusados por instigación para delinquir”. En el caso de Coello y Holdack, “el tribunal ratificó la privativa de libertad y permanecerán recluidos en la policía municipal de Chacao. Por su parte, a González y Martín se les mantuvo la medida cautelar consistente en la presentación periódica cada ocho días ante la referida instancia judicial”, añadió.

López está acusado por la fiscalía en calidad de autor intelectual de incendio intencional, instigación pública, daños y asociación para delinquir por los hechos violentos del 12 de febrero. Ese día dos marchas, una convocada por él y otra por estudiantes, se manifestaron en el centro de Caracas, pero a su término un grupo de encapuchados atacó el edificio de la fiscalía y vehículos de la policía y los enfrentamientos dejaron tres muertos y decenas de heridos. Otros dirigentes de Voluntad Popular (VP) como Carlos Vecchio y el ex general Antonio Rivero tienen orden de captura por supuesta instigación a la violencia durante las protestas de febrero.

La reacción de López al anuncio de la fiscalía no se hizo esperar. “En la madrugada de hoy (por ayer), luego de recibir una llamada, la jueza Adriana López vendió su conciencia al poder corrupto ratificando la medida de mantenernos presos”, dijo López en una carta leída por el coordinador adjunto de VP, Freddy Guevara. “Al cobarde de (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro y su elite gobernante le digo: tienen razón de tenernos miedo (...) no podrán contra el bravo pueblo de Venezuela, que unidos lograremos la derrota de la dictadura por el camino popular, democrático y constitucional”, desafió el dirigente antichavista.

Los partidarios del dirigente antichavista también dispararon munición gruesa. “La jueza presentó su decisión, ratificó todas las peticiones del Ministerio Público y lamentablemente no se hizo justicia”, indicó el partido Voluntad Popular, que lidera López, a través de la red social Twitter. A su vez, Guevara convocó a una marcha este domingo para respaldar a López. “Este domingo, ratificamos, vamos a anunciar al país la convocatoria del proceso que iniciará el cambio de Venezuela, la transición hacia la democracia por la vía pacífica, constitucional y democrática”, declaró. El abogado Bernardo Pulido, miembro del equipo jurídico de López, agregó por Twitter que “se deja injustamente preso a Leopoldo, a Marco Aurelio y a Christian, la injusticia es la regla”.

López es uno de los dirigentes opositores, junto con la ex diputada María Corina Machado, que pide abiertamente la salida de Maduro. Pero otro sector de la oposición, alejado del radicalismo de López y Machado, aún busca llegar a un acuerdo con el gobierno. De hecho, el secretario ejecutivo de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, dijo ayer que el diálogo con el oficialismo es una ventana que “siempre hay que dejar abierta” porque puede necesitarse, pese a que actualmente está congelado. “Como sabemos, el diálogo está congelado porque hemos exigido al gobierno que dé respuestas en hechos y no solamente en palabras (...), pero es una ventana que siempre hay que dejar abierta porque siempre puede necesitarse”, explicó Aveledo.

El representante de la plataforma opositora dijo que accedió a participar en un diálogo con el gobierno “porque la situación del país es muy grave”. El diálogo entre gobierno y oposición arrancó el 10 de abril pasado con la Unión de Naciones Suramericanas y el Vaticano como terceros de “buena fe”, pero tras una serie de reuniones, la MUD anunció el 13 de mayo que estaba “congelado” y que no habría nuevas reuniones hasta que se produjesen “gestos” desde el Ejecutivo.