Dom 20.07.2014

EL MUNDO  › EXPERTOS “NEUTRALES” REVISARAN LAS PRUEBAS RELACIONADAS CON EL DERRIBAMIENTO DEL AVION EN UCRANIA

Rusia y EE.UU. acuerdan para investigar

El gobierno ucraniano cargó contra Rusia y acusó al país vecino de ayudar a los separatistas “a destruir las pruebas de un crimen internacional”. Entretanto, llegaron a Kiev investigadores internacionales de Malasia y Holanda.

Rusia y Estados Unidos acordaron ayer una investigación neutral sobre el siniestro del avión malayo en Ucrania. Ambos países coincidieron en la necesidad de que todas las pruebas relacionadas con el tema sean puestas a disposición de una investigación internacional. Mientras, en territorio ucraniano continuaron los enfrentamientos armados y cruces de acusaciones entre el ejército y las milicias separatistas. El gobierno ucraniano cargó contra Rusia y acusó al país vecino de ayudar a los separatistas “a destruir las pruebas de un crimen internacional”. Entretanto, llegaron a Kiev investigadores internacionales, entre ellos más de 130 especialistas de Malasia, y un equipo de Holanda, el país que cuenta con más víctimas entre los 295 pasajeros fallecidos del vuelo.

El canciller ruso Serguei Lavrov y su par estadounidense, John Kerry, mantuvieron una conversación telefónica, en la que “consideraron imprescindible garantizar una investigación internacional sin trabas, independiente y abierta de la catástrofe del avión malayo”, señaló un comunicado de la Cancillería rusa. También acordaron que “todas las pruebas, incluidas las cajas negras, deben ser proporcionadas para una investigación internacional y que en el terreno se deben garantizar todas las condiciones necesarias para el acceso de los expertos”.

Kiev denunció que las milicias separatistas que controlan la zona donde el avión fue derribado, se llevaron los cadáveres de 38 de las víctimas. Sin embargo, el portavoz rebelde Serguei Kavtaradze negó que estén impidiendo la investigación internacional y aseguró que están cumpliendo con la promesa hecha a la OSCE –Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa– de “no retirar la caja negra ni los cadáveres”.

Los observadores de la OSCE reiteraron ayer que no tuvieron libre acceso al lugar del siniestro del avión de Malaysia Airlines. Afirmaron además que los milicianos volvieron a dificultar el trabajo de los aproximadamente 20 representantes, aunque el grupo tuvo más de libertad de movimiento que el viernes. Los miembros de la OSCE observaron cómo desconocidos colocaban en sacos de plástico los cadáveres de las 295 víctimas del vuelo MH17 y los ponían en una fila al borde de la ruta, pero nadie les dio explicaciones sobre lo que estaban haciendo, señaló un vocero del organismo europeo.

Mientras, el primer ministro de Malasia, Nayib Razak, aseguró que es su país el que debe recibir la caja negra del avión para su análisis. Además, el premier reveló que un familiar suyo que estaba en el vuelo falleció tras el derribo. “Comparto personalmente el dolor de las familias de quienes iban a bordo del MH17”, tuiteó Razak tras reunirse con los familiares de algunas de las 44 víctimas malayas. “Mi abuelastra era una de las pasajeras”, agregó.

El ministro de Transportes malayo, Liow Tiong Lai, y el titular de Exteriores, Anifah Anan, viajaron ayer a Kiev para tratar de garantizar que un equipo de investigadores de su país tenga acceso a la zona en la que se estrelló la aeronave.

En tanto, el canciller holandés, Frans Timmermans, llegó ayer a Ucrania para informarse de la situación y prometió que los responsables serán castigados. “No nos detendremos hasta que los culpables sean juzgados.”

Eso no sólo incluye “a los que apretaron el botón, sino a los que lo hicieron posible”, aseguró el ministro según un comunicado de la oficina presidencial ucraniana.

Un total de 192 holandeses perdieron la vida en el vuelo MH17, según informó ayer la compañía Malaysia Airlines. Una de estas víctimas tenía también nacionalidad estadounidense. El viernes se había hablado de 189 holandeses entre las 298 víctimas mortales que viajaban en el avión que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur. Además fallecieron 44 malayos, 27 australianos, 12 indonesios, 10 británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos, un canadiense y un neocelandés.

Kiev también apuntó contra Rusia por su supuesta complicidad con los separatistas del este. “Los terroristas, con ayuda de Rusia, intentan destruir las pruebas de un crimen internacional. Instamos a Rusia a retirar a sus terroristas para permitir a los expertos ucranianos e internacionales investigar las circunstancias de la tragedia”, informó un comunicado del gobierno ucraniano. Lavrov negó esas acusaciones y acusó a Kiev de mentir para ejercer presión sobre la investigación de la catástrofe.

Por otro lado, el jefe de los servicios de seguridad ucranianos, Valentin Nalivaichenko, informó que los rebeldes permitirán los trabajos de rescate e investigación en un radio de 20 kilómetros. Así lo acordaron los separatistas y el llamado Grupo de Contacto –formado por representantes de Ucrania, Rusia y la OSCE– en una videoconferencia celebrada el viernes por la noche. “Las negociaciones a tres bandas terminaron con el acuerdo de crear una zona de 20 kilómetros cuadrados para que Ucrania pueda cumplir su tarea humanitaria, recoger los cuerpos y entregarlos a sus familiares”, dijo Nalivaichenko. “Esperamos que los terroristas nos dejen trabajar. En el grupo trilateral hay representantes de Rusia y esperamos que cumplan su palabra”, agregó.

Numerosos países y el Consejo de Seguridad de la ONU han pedido que se lleve a cabo una investigación independiente para aclarar las causas del siniestro del avión de Malaysia Airlines que se estrelló sobre la rebelde región de Donetsk el jueves. Tanto el gobierno ucraniano como los sublevados se acusaron del derribamiento del avión malayo instantes después de que se conociera la tragedia, aunque Kiev fue más allá y acusó a Rusia de estar implicada en el accidente. Poco después, también la administración de Estados Unidos, incluso el presidente de ese país, Barack Obama, apuntaron a los milicianos y a Moscú como los responsables del accidente.

China también mostró su apoyo tras la tragedia. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Qin Gang, aseguró, en rueda de prensa, que el gobierno chino está “conmocionado” por las noticias sobre el Boeing 777 de Malaysia Airlines derribado y expresó su esperanza en que las causas del incidente se esclarezcan lo más pronto posible. Qin también subrayó que el Ejecutivo de su país está siguiendo “de cerca” lo ocurrido y permanece en contacto con todas las partes “relevantes” implicadas y que está “preparado” para actuar, informó la agencia oficial china Xinhua.

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