Al menos 24 palestinos murieron ayer en el décimo sexto día de incursión militar israelí en Gaza, mientras los intentos de lograr una tregua entre las partes mostró sus primeros avances. En un escueto comunicado leído ante la prensa tras su reunión con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, anunció que “en las últimas veinticuatro horas hemos hecho avances” para detener la violencia en Gaza, pero también en beneficio de la región. “Agradezco al presidente Abbas su compromiso. Entiende que el camino a una solución es el diálogo”, explicó el jefe de la diplomacia de Obama.

Por la mañana, la Franja de Gaza continuó siendo bombardeada por aire, mar y tierra y decenas de personas resultaron heridas, muchas de ellas durante el bombardeo contra la mezquita de Al Shamaa –de 700 años de antigüedad–, en el barrio de Zaytoun. Los habitantes de Khuza’a, una ciudad al este de Jan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, aseguran que tanques israelíes atacaron con dureza varias viviendas. Por ello, pidieron ayuda a equipos de rescate, pero las ambulancias no pudieron llegar al área debido a los intensos disparos de artillería de los tanques. Además, soldados israelíes bombardearon un hospital en un barrio del sureste de Gaza en el que se habían atrincherado milicias de Hamas, que finalmente fueron desplazadas, según el ejército.

El director del hospital gestionado por Hamas, Tayseer Biltaji, aclaró que el centro había sido evacuado días antes y “no hay pacientes, empleados ni mobiliario en el hospital”. Los intensos bombardeos de ayer se dieron luego de que el martes la agencia para los refugiados de Palestina de las Naciones Unidas (Unrwa) acusara a Israel de bombardear por segundo día consecutivo una escuela de la ONU que alberga a los desplazados.

La Unrwa aseguró en un comunicado que el gobierno de Israel había sido informado formalmente en tres ocasiones sobre “la ubicación de la escuela y que allí vivían decenas de refugiados”. Durante la ofensiva, más de 135.000 habitantes de Gaza huyeron de sus hogares para buscar refugio en 69 escuelas de la Unrwa.

En tanto, el vocero del Ministerio de Salud palestino, Ashraf al Qidra, expresó su preocupación por el bajo suministro de los hospitales en medio del asalto israelí más mortífero desde la operación militar de 2008 en la que 1314 palestinos murieron –673 de ellos civiles– y 5300 resultaron heridos.

Paralelamente, en Israel un civil murió como consecuencia del impacto de un cohete disparado desde la Franja de Gaza y con su muerte ascienden a 29 los muertos israelíes, tres de ellos civiles. El medio electrónico Ynet informó que el difunto era un trabajador tailandés, dato que no precisa el comunicado militar.

Ante el peligro que existe por los cohetes lanzados por Hamas, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos prohibió el martes a las aerolíneas estadounidenses volar durante las 24 horas. La medida afecta a los vuelos que tienen como destino o partida el aeropuerto Ben Gurion, en Tel Aviv. La decisión fue tomada después de que un cohete cayese a 1,6 kilómetro del aeropuerto internacional, el más importante de Israel. Delta suspendió sus conexiones con Israel hasta nuevo aviso. Antes, un avión de la aerolínea que viajaba a Tel Aviv con unos 300 pasajeros a bordo fue desviado a París, informó la aerolínea. Air France, Lufthansa e Iberia también decidieron cancelar sus vuelos a Tel Aviv.

Mientras tanto Kerry insistió con la necesidad de alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas sostenible en el tiempo. “La gente en los territorios palestinos e Israel viven bajo la amenaza real de la violencia. Esto debe terminar. Hay que encontrar un camino para continuar adelante”, afirmó el canciller estadounidense al pedir que se aborden las razones de fondo que originan la violencia.

Tras Kerry, el miembro del Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, declaró ante la prensa que los esfuerzos negociadores se orientan “a encontrar un equilibrio entre el levantamiento del bloqueo a Gaza” y conseguir el alto el fuego. “Trabajamos paralelamente en estos dos objetivos. Abbas conversó con (el secretario general de la ONU) Ban Ki-moon, se reunirá con el ministro de Exteriores británico y también conversará vía telefónica con el presidente (francés, François) Hollande, todo para conseguir parar esta agresión sobre Gaza”, señaló.

La maquinaria diplomática se puso en marcha en los últimos días en toda la región para intentar un alto el fuego en Gaza. Qatar y Egipto, así como Israel y la ANP, se han convertido en los escenarios de numerosos encuentros entre líderes internacionales que desde el pasado domingo redoblaron sus esfuerzos para presionar a Israel y Hamas a que pacten un alto el fuego que permita iniciar conversaciones.

Después de la llegada a la región del secretario general de la ONU, el jefe de la diplomacia estadounidense llegó a Tel Aviv ayer, donde se reunió con el primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, para tratar de convencerlo de que ponga fin a la ofensiva de su país en Gaza. Acto seguido se desplazó hasta Jerusalén para debatir con Ban y desde allí viajó a Ramalá.

Kerry llevó la iniciativa presentada por El Cairo la semana pasada, que ya fue rechazada por Hamas y aceptada por Israel, y la idea de convencer al Ejecutivo de Netanyahu de que acepte aplicar el acuerdo que puso fin al conflicto previo, en 2012. Hamas insiste, sin embargo, en que cualquier iniciativa tiene que incluir el fin del asedio militar y el bloqueo económico al que Israel somete a Gaza desde 2007 y la apertura de la frontera con Egipto. Israel, por su parte, exige el desarme de Hamas, el fin del lanzamiento de cohetes y la destrucción de los túneles que se infiltran en territorio israelí, algo que no logró conseguir por la vía militar.