Las fuerzas kurdas, con el apoyo aéreo de la artillería de Washington, ganaron ayer terreno a los jihadistas en el norte de Irak, donde el avance del Estado Islámico (EI) devino en una intervención de Estados Unidos con bombardeos en la última semana. Las fuerzas peshmerga (combatientes kurdos) recuperaron dos localidades cristianas ubicadas 15 kilómetros al norte de Mosul, capital de la provincia de Nínive, y la segunda ciudad iraquí. El presidente norteamericano, Barack Obama, notificó ayer formalmente al Congreso la campaña de ataques aéreos en Irak en apoyo a las operaciones de las fuerzas de seguridad iraquíes para arrebatar de manos de los jihadistas la represa de Mosul, considerada estratégica, informó la Casa Blanca en un comunicado. De hecho, los combatientes kurdos lograron cercar la represa, preparándose para el asalto final.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad en el Consejo Provincial de Nínive, Mohamed Ibrahim al Bayati, dijo que las tropas kurdas lograron retomar el control de las localidades cristianas de Batnaya y Telesqof, después de un bombardeo aéreo en esta zona.

Al Bayati dijo también que Estados Unidos atacó el proyecto hídrico de Telquif, cercano a la zona de Al Sadar y Bauiza, donde causó graves pérdidas en las filas de los jihadistas. La aviación estadounidense y las tropas kurdas lanzaron anteayer una de las mayores ofensivas contra el EI para recuperar de manos jihadistas la represa de Mosul, una de las principales reservas estratégicas de Irak, con capacidad para almacenar varios millones de metros cúbicos de agua. La instalación está localizada 23 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Dohuk, en la región del Kurdistán, y constituye una amenaza importante para las ciudades iraquíes en caso de colapsar, ya que está situada en suelo arenoso, por lo que necesita de una continua inyección de cemento.

El EI, grupo que se escindió de Al Qaida el año pasado para operar en Irak y en Siria, se hizo con gran parte del norte de Irak en una ofensiva relámpago lanzada el 10 de junio, cuando logró controlar la ciudad de Mosul. “La importancia estratégica de estos nuevos avances es que constituyen un paso importante hacia la recuperación de la represa de Mosul”, dijo Helgurd Hikmet, otro portavoz de las tropas kurdas. “Para nosotros, el objetivo es echar al EI de los territorios que ocuparon últimamente, pero el liderazgo político será el que determine los objetivos generales de la operación”, agregó el vocero. Por liderazgo político, Hikmet se refiere al acuerdo entre el gobierno de Bagdad, el Ejecutivo de la región autónoma del Kurdistán y las fuerzas estadounidenses, y limita la actuación de los peshmerga a las localidades limítrofes con el Kurdistán iraquí. Ese liderazgo político parece haber salido de una encrucijada después de que el jueves renunciara el primer ministro saliente Nuri al Maliki, que dejó vía libre al nuevo jefe de gobierno designado, Haidar al Abadi.

La ofensiva aérea marca la reanudación de la intervención militar de Estados Unidos en Irak luego de que Obama ordenara el fin de la misión y el retorno de las tropas a fines de 2011, tras ocho años del inicio de la invasión de 2003 para derrocar a Saddam Hussein. En una carta enviada al Congreso, Obama dijo que las operaciones serán limitadas en su alcance y duración, según sea necesario para “retomar y establecer el control” en la zona de la presa. El mandatario señaló que había autorizado esa acción el 14 de agosto, y que estas operaciones son coordinadas con el gobierno de Irak para apoyar a las fuerzas iraquíes en la campaña contra el EI.

El presidente indicó que la caída de la represa en manos de los jihadistas puede poner en peligro la vida de un gran número de civiles, amenazar al personal y las instalaciones estadounidenses, incluyendo la embajada de su país en Bagdad, e impedir que el gobierno iraquí proporcione servicios esenciales a la población. La Unión Europea (UE) anunció el viernes que respaldará a sus países miembro que individualmente decidan enviar armas a las fuerzas kurdas de Irak, y hasta ahora sólo Francia suministró armamento. Asimismo, el Reino Unido anunció el envío de un avión para recabar información sobre el terreno y colaboró con la entrega de armas suministradas por terceros países.