EL MUNDO › BRASIL DESPIDIó AL CANDIDATO PRESIDENCIAL FALLECIDO EN UN ACCIDENTE
La presidenta Dilma Rousseff, su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, y Marina Silva, compañera de fórmula de Campos, participaron junto a miles de personas de la misa oficiada en Recife por la muerte del dirigente socialista.
Brasil dio su último adiós al candidato Eduardo Campos, quien falleció en un accidente aéreo la semana pasada. La presidenta Dilma Rousseff, su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva y Marina Silva, compañera de fórmula de Campos, participaron junto a miles de personas de la misa oficiada en Recife por la muerte del dirigente socialista. La celebración ecuménica fue encabezada por el arzobispo de Olinda y Recife, Fernando Saburido, se realizó a cielo abierto, bajo una intensa lluvia, frente al Palacio Campo das Princesas, sede de la gobernación del estado de Pernambuco, que Campos comandó por siete años. Pese a que no hubo anuncios formales por respeto a la familia, nadie duda de que Marina Silva es la sucesora de Campos por el Partido Socialista Brasileño (PSB) para las elecciones del 5 de octubre.
Unas 160 mil personas participaron en los actos celebrados en homenaje a Campos, donde también fueron recordados los otros seis pasajeros que viajaban con el político cuando se estrelló el avión. En un ambiente de conmoción, ciudadanos, autoridades y representantes políticos de todo el país abarrotaron los alrededores del cementerio de Santo Amaro para recordar la figura del que fuera gobernador del estado de Pernambuco entre 2007 y 2014. Rousseff –quien disputará por su reelección–, el aspirante socialdemócrata Aecio Neves y Marina Silva dejaron a un lado la rivalidad política que los separa y se unieron para rendir los últimos homenajes a Campos, cuya muerte sacudió al país y dio un vuelco al escenario electoral de cara a los comicios presidenciales. “Hoy cesan las divergencias políticas, hoy estamos para homenajear a Campos”, declaró el hermano del político, Antonio Campos, durante el sepelio.
El cortejo fúnebre recorrió durante unas tres horas las calles de Recife, pasando, a pedido a la familia de Campos, por algunos de los barrios más humildes de la ciudad, hasta arribar al palacio de gobierno. Personas enfundadas en banderas de Brasil –también del Náutico, el club de fútbol por el que hinchaba el dirigente socialista–, aplausos, ovaciones y llantos fueron parte de los emotivos homenajes, durante los cuales se escuchó una y otra vez a los asistentes cantar: “¡Eduardo, guerrero del pueblo brasileño!”. Acompañado por la multitud, Campos fue enterrado al lado de su abuelo Miguel Arraes, reconocido líder de izquierda en el estado de Pernambuco, quien murió el 13 de agosto de 2005, exactamente nueve años antes que su nieto.
Más allá del dolor colectivo, Brasil encara en este momento la necesidad de recomponer el escenario electoral, cuando quedan menos de dos meses para que se celebren las elecciones presidenciales. Hasta que se le atravesó la muerte, Campos figuraba tercero en las encuestas con un 10 por ciento de intención de voto, por detrás de Rousseff, quien ostentaba el 38 por ciento, y de Neves, a quien se le atribuye un 23 por ciento, aunque dichos porcentajes pueden verse modificados con la entrada de Silva en la lucha presidencial debido al seguimiento que tiene entre los votantes. El miércoles, luego de conocerse la muerte del aspirante socialista, Rousseff, Neves y el resto de los candidatos presidenciales decidieron suspender la campaña electoral hasta tanto se celebrara el funeral del candidato socialista, por lo que los aspirantes podrían retomar hoy sus actividades con vistas a los comicios.
No obstante, la verdadera campaña comenzará mañana, cuando se lance la propaganda electoral en televisión, que por las propias dimensiones del país es el medio de proselitismo político por excelencia en Brasil. El PSB anunció ayer el inicio del proceso de consultas para nombrar al sucesor de Campos y el presidente de la formación, Roberto Amaral, dijo que las primeras personas en ser consultadas serán la viuda del político, Renata Campos, Marina Silva y los demás partidos que integran la coalición.
“Sepultado nuestro líder, el PSB abre el proceso de consultas para la construcción de la alternativa política consensual a ser adoptada por su ejecutiva nacional, instancia del partido adecuada para las decisiones de esa magnitud”, afirmó el presidente de la formación, Roberto Amaral, en un comunicado. Los medios de comunicación brasileños dan por sentado que la ecologista y ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, será la nueva candidata del Partido Socialista, y la incógnita gira en torno de quién será el aspirante a la vicepresidencia.
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